DALLAS, Texas- Weston Brown estaba navegando por Twitter el mes pasado cuando se encontró con un video que hizo que su pecho se apretara. Mostraba a una mujer en una reunión de la junta escolar en el norte de Texas, pidiendo a los líderes del distrito que pidieran perdón.
“El arrepentimiento es la palabra que está en mi corazón”, dijo al inicio del video.
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Durante meses, la mujer en el video había estado exigiendo que el Distrito Escolar Independiente de Granbury (al suroeste de Dallas) que prohibiera en sus bibliotecas docenas de libros que contenían descripciones de temas sexuales o LGBTQ+, libros que creía que podrían dañar los corazones y las mentes de los estudiantes.
Insatisfecha después de que un comité del distrito en el que sirvió, votó para eliminar solo un puñado de títulos, la mujer presentó un informe policial en mayo acusando a los empleados escolares de proporcionar pornografía a los niños, lo que provocó una investigación criminal por parte del condado Hood.
Ahora, en el video que Weston encontró en línea, le decía a la junta escolar que un pastor cristiano local, en lugar de los bibliotecarios, debería decidir qué libros deberían permitirse en los estantes de las escuelas públicas. “Él nunca te guiaría mal”, dijo.
El clip terminó con la mujer alejándose del atril y la audiencia colmándola de aplausos.
Weston, de 28 años, dijo que su corazón estaba acelerado mientras miraba y volvía a mirar el video, y no solo porque se opone a la censura. Inmediatamente reconoció al orador. Era su madre, Monica Brown.
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