El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, amplió este viernes los detalles sobre su plan de vacunación en el país luego de que el martes anunciara su intención de que se administrarán 100 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 en sus primeros 100 días en la Casa Blanca.
El mandatario electo hizo ese anuncio durante la presentación de sus elegidos para ocupar puestos claves de Salud en la Casa Blanca y el viernes indicó que si bien las prioridades de vacunación tienen un asidero en la ciencia, la implementación ha sido muy rígida y confusa, por lo que impulsará la inmunización masiva con más centros.
Además dijo que incrementará la disponibilidad de vacunas a través de la Ley de Producción de Defensa y que asignará programas de salud pública que sumen 100,000 trabajadores que apoyen el proceso de vacunación.
El jueves en la noche presentó a un equipo que dijo "ayudará a poner como mínimo 100 millones de vacunas para el COVID-19 en los brazos de los estadounidenses".
La administración de 100 millones de dosis de vacuna es el segundo punto del plan para combatir la pandemia durante sus primeros 100 días en la Casa Blanca, que Biden delineó durante el evento.
Sobre ese plan el mandatario electo, que será investido el 20 de enero, señaló que el país no va a salir pronto de la pandemia, sino que tomará un tiempo. Aun así, "estoy absolutamente convencido de que podemos cambiar en 100 días el curso de la enfermedad y cambiar a mejor la vida en Estados Unidos", subrayó.
El primer punto del plan será ordenar el uso obligatorio de mascarilla facial, algo que adelantó la semana pasada en una entrevista con la cadena CNN.
"Todo el mundo durante los primeros 100 días de mi administración tendrá que llevar máscara. Comenzará con mi firma de una orden el día 1 que requerirá la mascarilla, donde yo pueda bajo la ley, como edificios federales y viajes interestatales en aviones, trenes y autobuses", enumeró.
"También trabajaré con los gobernadores y alcaldes para hacer lo mismo en los estados y sus ciudadanos. Vamos a requerir (el uso de) mascarilla dondequiera que sea posible, pero esto va más allá de la acción del gobierno" federal, agregó.
El tercer y último punto del plan será la vuelta presencial de los estudiantes a las escuelas.
"Debería ser una prioridad nacional que nuestros niños vuelvan a la escuela y mantenerlos en la escuela", opinó el presidente electo.
Por otro lado, Biden criticó sin nombrar explícitamente al mandatario saliente, Donald Trump, cuando mencionó los esfuerzos de su gobierno para terminar con la Ley de Cuidado Asequible, conocida popularmente como Obamacare.
"La atención sanitaria es un derecho para todos, no un privilegio para unos pocos", afirmó Biden, quien destacó que mientras que el país ha sobrepasado los 15 millones de contagios y los 285,000 fallecidos por COVID-19, "la administración saliente está pidiendo a la Corte Suprema que revoque toda la Ley de Cuidado Asequible", justo cuando más se necesita.
Biden pronunció estas palabras durante la presentación formal de sus nominados para ocupar puestos claves de Salud, entre los que destacan el actual fiscal general de California, Xavier Becerra, y el epidemiólogo Anthony Fauci.
Becerra, de origen mexicano y elegido para liderar el Departamento de Salud y de Servicios Humanos (HHS, en inglés), intervino en el acto de este martes por videoconferencia desde California.
"Nadie, nadie debería morir solo en una cama de hospital, con los seres queridos obligados a permanecer lejos", apuntó Becerra, al tiempo que recordó el fallecimiento hace un año de su padre, Manuel, rodeado por los suyos en casa.
En su alocución, Becerra defendió también que el departamento que dirigirá, si es confirmado por el Senado, "nunca ha sido tan vital, o urgente, como hoy".
Y recordó, dirigiéndose a Biden: "Para reconstruir un Estados Unidos próspero, necesitamos un Estados Unidos sano, y esa será la tarea número uno de su equipo en el HHS".