BEIJING — Los habitantes de algunas partes de la capital de China vaciaban los estantes de los supermercados y saturaban las aplicaciones de entrega el viernes, ya que el gobierno municipal ordenó acelerar la construcción de centros de cuarentena y de hospitales temporales para el COVID-19.
La incertidumbre y los informes dispersos y no confirmados de cuarentenas en al menos algunos distritos de Beijing han impulsado la demanda de alimentos y otras provisiones, algo que no sucedía en la ciudad desde hacía meses.
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Cantidades inusualmente grandes de compradores en los suburbios del norte de la ciudad dejaron vacíos los estantes de los mercados, pero los clientes eran relativamente pocos en el centro de la ciudad de 21 millones de habitantes, en donde seguía habiendo suministros en abundancia.
Los casos diarios de COVID-19 en todo el país están llegando a niveles récord, con 32,695 reportados el viernes. De esos, 1,860 eran en Beijing, la mayoría asintomáticos.
Centros de cuarentena improvisados y hospitales temporales montados apresuradamente en gimnasios, centros de exhibiciones y otros espacios han adquirido mala fama por la sobrepoblación, falta de higiene, escasez de alimentos y por tener las luces prendidas las 24 horas.
A muchos residentes de la ciudad ya les aconsejaron no salir de sus complejos residenciales, algunos de los cuales están siendo cercados. En los accesos, trabajadores cubiertos de pies a cabeza con trajes protectores blancos evitan el paso a personas no autorizadas y se aseguran de que los residentes muestren una prueba reciente de COVID-19 con resultado negativo en las aplicaciones de salud de su celular para poder entrar.
Varios campus universitarios han sido cerrados y a los estudiantes de los primeros años les están dando clases virtuales.
Mientras tanto, algunos de los servicios de entrega de víveres en Beijing llegaron a su límite.
Un aumento en la demanda, junto con una escasez de trabajadores, impidió que algunos clientes programaran el viernes entregas para el mismo día de alimentos y otros suministros en servicios de víveres populares como Freshippo de Alibaba y Meituan Maicai.
Algunos usuarios chinos dijeron en línea que algunos empleados de entrega no podían trabajar porque sus distritos estaban confinados. No se pudieron verificar los reportes.
Alibaba no hizo comentarios de momento.
En conferencia de prensa el viernes, Xu Hejian, portavoz del gobierno municipal, dijo que era necesario “fortalecer la operación y garantía de servicio” de los centros de cuarentena y hospitales temporales adonde son llevadas por la policía las personas que dan positivo a COVID-19 o han estado en contacto cercano con una persona infectada.
Las autoridades deben “acelerar más” su construcción y “coordinar la distribución de espacio, instalaciones, materiales, personal y otros recursos”, dijo Xu.
En los últimos días, las autoridades han insistido repetidamente en que China debe mantener su política de “cero COVID”, que impone confinamientos, pruebas masivas y cuarentenas para cualquier persona sospechosa de haber estado en contacto con el virus. Se considera que esta política está afectando gravemente a la economía y alterando la vida de muchas ciudades chinas, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud y a otras organizaciones a pedir un cambio de rumbo, algo que el Partido Comunista ha rechazado airadamente.