La reina Isabel II falleció este jueves a los 96 años, debido a complicaciones en su estado de salud en los últimos días, según confirmó la Familia Real. Su hijo se convirtió en el Rey Charles III.
La monarca murió en paz en el castillo de Balmoral, su residencia de verano en Escocia en compañía de los miembros cercanos de la familia real, quienes se apresuraron a su lado después de que su salud empeorara.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Arizona aquí.
Se desconocen más detalles de su fallecimiento.
El palacio de Buckingham, residencia oficial en Londres, ha bajado la bandera británica a media asta tras anunciarse la muerte mientras que miles de personas se congregan en el lugar, donde se espera que en breve se coloque un anuncio con información sobre la defunción, como parte de un detallado protocolo para despedirla con todos los honores.
El Rey Charles y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral durante la noche y regresarán a Londres la mañana del viernes.
Su salud se agravó seriamente este mismo jueves cuando sus médicos informaron que estaban preocupados y que debía permanecer bajo supervisión médica en el castillo de Balmoral, en Escocia.
Su hijo, Charles, de 73 años, se convierte automáticamente en rey, aunque es posible que la coronación no se lleve a cabo durante meses.
La BBC tocó el himno nacional, "God Save the Queen", sobre un retrato de ella con todos sus atuendos cuando se anunció su muerte, y la bandera sobre el Palacio de Buckingham se bajó a media asta cuando la segunda era isabelina llegó a su fin.
El impacto de su pérdida será enorme e impredecible, tanto para la nación como para la monarquía, una institución que ayudó a estabilizar y modernizar durante décadas de grandes cambios sociales y escándalos familiares.
La reina Isabel II fue la monarca con más años en el trono británico, al que accedió el 6 de febrero de 1952 cuando tenía solo 25 años.
En junio pasado celebró el Jubileo de Platino a 70 años de su asunción al trono con una histórica y masiva conmemoración de cuatro días en el Reino Unido, pero se abstuvo de participar en la mayoría de actos debido a complicaciones de salud.
La reina Isabel II tuvo problemas de movilidad en los últimos meses y limitó su asistencia a muchos eventos públicos. En febrero pasado se contagió de COVID-19, pero se recuperó satisfactoriamente.
Debido a estas recaídas, en los últimos meses cedió cada vez más deberes a su heredero, Charles, y a otros miembros de la familia real.
CÓMO LLEGÓ AL TRONO BRITÁNICO
Isabel nació el 21 de abril de 1926 en Londres, Inglaterra y fue bautizada Isabel Alexandra María.
Su padre, el rey George, accedió al trono en 1936 tras la abdicación de su hermano, el rey Edward VIII, convirtiendo a la joven como la heredera del trono.
Fue educada en la casa y comenzó a tener actividades públicas durante la Segunda Guerra Mundial.
En noviembre de 1947 se casó con Philip Mouthbatten, un expríncipe griego y dinamarqués. Su matrimonio duró 74 años, hasta su muerte en el 2021 dos meses antes de su cumpleaños número 100.
Juntos tuvieron cuatro hijos: Charles, Anne, Andrew y Edward.
SE CONVIRTIÓ EN REINA A LOS 25 AÑOS
Su padre, el entonces rey George, murió de cáncer de pulmón en 1952 e Isabel asciende al trono el 11 de abril de ese año. Tenía solo 25 años.
La reina decreta que ella y sus descendientes seguirán usando el apellido Windsor, adoptado por primera vez por la familia real británica durante la Primera Guerra Mundial.
La reina Isabel ejerció su mandato durante importantes hitos en la historia del Reino Unido, como el proceso de descolonización en África, la crisis en Irlanda y el “Brexit” por el cual el Reino Unido se alejó de la Unión Europea.
ALGUNOS DE LOS ESCÁNDALOS QUE MARCARON SU REINADO
Su vida y su reinado no han estado exentos de cuestionamientos, algunos relacionados con su familia, como la muerte de su nuera, la princesa de Wales, Diana, exesposa del ahora rey Charles.
El año 1992 fue uno para el olvido, con los divorcios de su hijo Andrew y su hija Anne; la publicación de un libro sobre la princesa Diana y la difusión de una foto “topless” de Sarah, la duquesa de York.
En un discurso, la propia reina Isabel llamó a ese año “annus horribilis”, frase que trascendió el mundo entero.
El escándalo más reciente que sacudió su vida fue en enero de 2020, cuando el Palacio de Buckingham anunció que Harry y Meghan, el duque y la duquesa de Sussex, ya no serían miembros activos de la familia real.
La controversia aumentó aún más cuando Meghan Markle reveló en una entrevista con Oprah Winfrey que llegó a tener pensamientos suicidas durante sus primeros años de matrimonio con el príncipe Harry.
La duquesa de Sussex dijo que cuando estuvo embarazada de su hijo Archie hubo "preocupaciones y conversaciones dentro de la familia real sobre cuán oscura podría ser su piel cuando naciera".
No obstante los escándalos que rodearon la vida de la reina Isabel II, el apoyo a la monarquía continúa de manera consistente en el Reino Unido, al igual que la simpatía hacia su persona, que siguió hasta su muerte.