SANTIAGO DE CHILE - El izquierdista Gabriel Boric, quien asumió el viernes la Presidencia de Chile, llamó este sábado, en su primera jornada como jefe de Estado, a generar una “nueva relación” entre el Gobierno y los pueblos indígenas, tras una ceremonia con representantes de esas comunidades en el palacio de La Moneda.
Tras la ceremonia privada, realizada en la sede del Ejecutivo, en Santiago, y en la que participó la primera dama, Irina Karamanos, Boric subrayó la necesidad de alcanzar un “trabajo intercultural” que fomente la relación con los pueblos indígenas, “vital para la construcción de un Chile justo y digno”, según publicó el mandatario en sus redes sociales.
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A la actividad, la primera de una nutrida agenda para Boric y que se extendió por poco más de una hora y media, asistieron representantes de los pueblos Yagán, Lican Antai, Rapa Nui, Mapuche Lafkenche, Mapuche de la Füta Warria, Mapuche Pewenche y Diaguita.
EL PRESIDENTE MÁS JOVEN Y CON MÁS VOTOS EN LA HISTORIA DE CHILE
Boric se convirtió el viernes, a sus 36 años, en el presidente más joven y más votado de la historia de Chile, tan solo una década después de dar sus primeros pasos en la vida pública como dirigente estudiantil.
Ahora, como presidente, deberá enfrentar complejos nudos que hereda de la Administración saliente, en ellos una crisis migratoria sin precedentes, violencia rural intensificada en la zona sur y una economía debilitada por la pandemia y una inflación en índices históricos.
Se instaló en el palacio de La Moneda con un gabinete de 14 mujeres y 10 hombres, para impulsar un “gobierno feminista”, en el que también estará acompañado de varios exlíderes estudiantiles que, como él, surgieron de las protestas callejeras de 2011 y 2012.
El gobernante asumió en una ceremonia en el Congreso en el vecino puerto de Valparaíso a la que se presentó, fiel a su estilo, sin corbata, al término de la cual señaló que “vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país”.
De regreso en la capital pronunció un tradicional discurso desde uno de los balcones de la sede de gobierno que inició con casi una hora de atraso porque Boric se salió varias veces del protocolo y se acercó a algunos que lo esperaban en las afueras del palacio, y hasta se dio tiempo de tomarse selfies con algunos niños.
“Llegamos aquí para entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor la vida en nuestra patria”, dijo al iniciar su mensaje, en el que remarcó la importancia de la unidad entre los chilenos para recorrer la ruta de la esperanza “para que Chile sea un país digno y justo”. Remarcó que “el camino sin duda va a ser largo y difícil”, agregó.
ORACIÓN POR CHILE
Poco antes de mediodía de este sábado, Boric dejó La Moneda para dirigirse a la Catedral de Santiago, ubicada en pleno centro de la capital, junto a la Plaza de Armas, y que fue escenario de su primera actividad pública como presidente con la Solemne Oración Ecuménica por el pueblo de Chile.
“Mejorar la convivencia nos permitirá enfrentar las situaciones difíciles. Nosotros, señor presidente, siempre estaremos rezando por usted y las autoridades de Gobierno”, dijo durante el culto el arzobispo de Santiago, Celestino Aós.
Reconocido como un acto tradicional, a la liturgia asistieron autoridades de los tres poderes, así como miembros de la Constituyente y representantes de distintas denominaciones religiosas.
Consultado a la salida de la homilía, el presidente del Senado y militante del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, indicó que con Boric, quien sucede al conservador Sebastián Piñera, se “inicia una etapa distinta” luego de “concluir un Gobierno que tuvo una gestión desastrosa”.
“Esperamos que con este nuevo ciclo liderado por el presidente Boric se pueda mejorar el clima de convivencia que existe en el país y se puedan impulsar cambios profundos”, añadió.