A más de 13 años del operativo que terminó con la vida del líder terrorista Osama bin Laden, el doctor que ayudó a dar con su paradero languidece en una prisión en Pakistán, donde camina de un lado a otro en su celda de siete por ocho pies para mantenerse activo.
El doctor Shakil Afridi fue utilizado por la CIA para encabezar una ficticia campaña de vacunación que lo llevó a tomar muestras de sangre en el escondite de Bin Laden, en Abbottabad, a unas 40 millas de Islamabad, en Pakistán.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Arizona aquí.
Al parecer, las pruebas de DNA obtenidas de algunos de los ocupantes del escondite fueron parte de la confirmación de que Osama bin Laden estaba en el lugar.
Un legislador de Estados Unidos propuso su libertad a cambio de la liberación de dos pakistaníes. El pasado julio, el congresista presentó su propuesta ante el Comité de Asuntos Extranjeros, pero no ha tenido respuesta hasta el momento.
Poco después del operativo que terminó con la muerte del terrorista más buscado por entonces, el 2 de mayo del 2011, Afridi fue arrestado por las autoridades y condenado a 33 años de cárcel, no por delatar a Bin Laden, sino por asistir a un grupo terrorista, condena que fue anulada más tarde. Posteriormente, fue condenado por la muerte de un paciente.
EL DOCTOR AFRIDI PARTICIPÓ DE UNA CAMPAÑA FICTICIA DE VACUNACIÓN
Hoy, y tras varios intentos de apelaciones y pedidos por su libertad, Afridi pasa sus días en solitario, en la prisión de Sahiwal, en la provincia de Punjab, en el centro de Pakistán, según varios medios, como India Today y la agencia AFP.
Según reportan varios medios, Afridi se encuentra confinado en una celda de siete por ocho pies, donde tiene una copia del Corán, el libro sagrado de los musulmanes. No se le permiten otros libros.
Según el sitio web africanews.com, Afridi se afeita dos veces por semana ante la presencia de guardias. Recibe a sus familiares pero no tanto como desea. Cuando está con ellos, separados por una puerta con barrotes de hierro, tienen prohibido hablar en su lengua madre, pashtun.
No se sabe a ciencia cierta cuan instrumental fue Afridi para dar con Osama bin Laden.
Lo cierto es que hoy tiene 62 años y languidece en una diminuta celda en Pakistán, por un delito no relacionado con la muerte del líder terrorista.