BOGOTÁ — Las autoridades colombianas se mantenían el viernes en alerta ante el posible ingreso por su porosa frontera de “Fito”, un peligroso capo del narcotráfico buscado por Ecuador, dadas las alianzas criminales que sostiene su banda “Los Choneros” con grupos ilegales colombianos, según las autoridades.
José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, desapareció misteriosamente el domingo de su celda en Guayaquil antes de que lo trasladaran a una prisión de máxima seguridad. En respuesta a su presunta fuga, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, decretó estado de excepción.
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Sin embargo, la violencia arreció con secuestros, motines en las cárceles y el asalto en vivo a un canal de televisión.
Mientras en Ecuador se dispuso un grupo élite para la búsqueda del cabecilla de un grupo criminal ahora considerado como terrorista por el gobierno, Colombia envió a su frontera cientos de efectivos militares, así como helicópteros para monitoreo permanente, en un operativo que pretende cerrarle el paso tanto a “Fito” como a cualquier otro actor ilegal.
Según el Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia, los organismos de inteligencia en un cruce de información con las autoridades ecuatorianas no descartan que alias “Fito” quiera buscar refugio en Colombia.
El general Helder Giraldo Bonilla, comandante Fuerzas Militares colombianas, dijo el viernes a la W Radio que es posible que alias “Fito” intente ingresar al país por lo que desplegaron un amplio dispositivo para evitarlo o capturarlo.
El año pasado fue asesinado en Colombia Junior Roldán, alias “JR”, quien fuera uno de los máximos líderes de ”Los Choneros”, cuando estaba prófugo de la justicia de su país y era un objetivo de alto valor.
El comandante también señaló que “Los Choneros" —banda que lidera “Fito” tras la muerte de "JR"— tiene un relacionamiento directo con la estructura colombiana Óliver Sinisterra, disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La Oliver Sinisterra opera en la frontera con Ecuador y en 2018 secuestró y luego asesinó a tres periodistas del diario ecuatoriano El Comercio, cuando cumplían un viaje de trabajo a la provincia ecuatoriana de Esmeraldas.
En la porosa frontera de 586 kilómetros entre Colombia y Ecuador grupos armados de ambos países se dedican al tráfico de drogas.
Las autoridades ecuatorianas han señalado que la banda “Los Choneros” controla el paso de drogas por las costas del Pacífico y está vinculada al cartel mexicano de Sinaloa, a quienes ha brindado por décadas el servicio de seguridad y logística.