Autoridades no les asignan presupuesto, aunque batallan por obtener dosis extranjeras.
MÉXICO - En los laboratorios mexicanos los científicos trabajan sin parar para desarrollar una vacuna contra el COVID-19 e incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ya le puso nombre.
"Vamos a sugerir que la vacuna nuestra se llame 'Patria'", expresó hace semanas.
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Pero la realidad es que por lo menos seis proyectos que avanzan en este país con ese fin, se enfrentan al mismo problema.
"No hay apoyo económico”, destaca Teresa García, la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro.
La académica advierte que la falta de recursos para continuar con las pruebas en voluntarios los ha obligado a organizar un "vacunatón" a finales de este mes para atraer donativos y continuar su trabajo.
"Nos hemos acercado a las autoridades federales, a la secretaría de Salud; ellos saben de nuestra vacuna pero no han mostrado interés", asegura García.
Un investigador la máxima casa de estudios en el país, la Universidad Nacional Autónma de México, indica que como otras, su iniciativa fue apoyada al principio por la propia institución y la Cancilleria mexicana, pero el efectivo rápidamente se agotó.
"En este momento no tenemos presupuesto para llevar a cabo las fases clínicas 1 y 2", admite el doctor Juan Pedro Laclette, investigador de la UNAM.
Ricado Cortés, uno de los funcionarios de la secretaría de Salud federal, asegura que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es el encargado de asignar el dinero para es rubro y en algún momento lo hará.
"Me parece que las puertas hay que seguirlas tocando", dice Cortés Alcalá, director de Promoción de la Salud de la secretaría de Salud.
En tanto, en las calles del país, la gente ruega porque esta nación pronto pueda tener su vacuna y deje de depender de lo que le comparten otros.
“Mi papá está intubado”, dice Jessica, sobre su padre, de 80 años, quien lucha por su vida, porque se contagió del virus mientras llegaba su turno para inmunizarse.
"Es muy feo pasar por algo como esto , yo nunca me imaginé pasar por algo así", dice Jessica.
Por ello, millones de mexicanos más esperan que pronto los expertos sean apoyados para no correr la misma suerte de quienes hoy forman parte de la larga lista de decesos.
