La opinión del Pontífice causa rechazo, aceptación y sorpresa.
MÉXICO - Melany Kingston dice que este miércoles subirá al escenario con una enorme sonrisa para agradecer la felicidad que el papa Francisco le dio a la comunidad a la que pertenece.
"Esperemos que se acaba el odio, la transfobia, muertes y crímenes que ha pasado por mucho tiempo en nuestra población", dice Kingston, quien es bailarina.
En su casa Axel Alonso también festejó pero con una oración, que el Pontífice haya aprobado en un documental las uniones civiles entre parejas de mismo sexo diciendo “las personas homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios”.
"Estoy muy agradecido y hablo por toda la comunidad, porque esto es un gran paso para la humanidad", dice Alonso.
Históricamente este tema había sido un tabú entre las cuatro paredes de la Iglesia católica, por ello la postura del Pontífice provocó en este país , por igual, reacciones de sorpresa, agrado y rechazo.
Algunos mexicanos se pronunciaron por preservar las tradiciones de esta religión.
"Yo creo que la Iglesia no debería de meterse en esto, yo creo que ya es decisión cada quien", consideró Raquel Cruz.
"En el fondo de mí, la verdad, yo no aceptaría pero no hay que juzgar, hay que respetar también", dijo Martha Arriaga.
Otros, aplaudieron el apoyo papal para un sector que ha sido discriminado.
"Ante los ojos de Dios somos humanos y él fue el que nos creó y él solamente puede juzgarnos", opinó Sandra Chávez.
"¡Qué bueno que el Papa tenga una nueva experiencia a través de la inclusión sexual", afirmó Adrián Chávez.
Los representantes del Vaticano en México llamaron a no malinterpretar las palabras de su líder.
"Ante la ley, la Iglesia no tiene que oponerse a que los personas vivan juntas si lo desean, pero ante un matrimonio religioso sí se requiere que haya un hombre y una mujer", aclaró Jesús Priego, de la Arquiodiócesis de San Luis Potosí.
Pero este reconocimiento ya es un gran logro, dicen quienes, contentos, ondean los colores que los representan.
