CIUDAD DE MÉXICO - Una pareja de hermanos, secuestrados antes del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en la comunicad de Cerocahui, en el estado mexicano de Chihuahua, fueron hallados aunque uno vivo y el otro muerto, informaron autoridades.
En un comunicado, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua dijo el jueves que como resultado de operativos conjuntos entre la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la FGE, fueron localizados los hermanos Berrelleza Rábago.
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El hallazgo de los hermanos fue informado por el comandante de la 42 Zona Militar, Alfredo Salgado Vargas y el Fiscal General del Estado, Roberto Javier Fierro Duarte, tras un rastreo tierra-aire por la zona.
"Tras varios días de búsqueda y en un esfuerzo conjunto, ubicamos en buen estado de salud al joven Jesús Armando, en un punto de la región serrana de la entidad", informó Salgado Vargas.
Mientras que el fiscal dijo que el hombre que fue integrado al programa de protección a testigos protegidos y se encuentra bajo resguardo de la FGE, donde ha recibido asistencia médica y atención psicológica.
Por otra parte, la Fiscalía señaló que mediante información aportada por un testigo "se ubicó en la zona serrana el punto en donde los responsables ocultaron el cuerpo sin vida de Paul Osvaldo".
Ante ello, personal pericial llevó a cabo la exhumación del joven de 22 años en la comunidad Cerro Colorado, en Cerocahui, cuyo cuerpo fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la práctica de los dictámenes periciales correspondientes.
Ambas autoridades ratificaron que continuarán los trabajos y las investigaciones para capturar al presunto asesino de los sacerdotes jesuitas, José Noriel Portillo Gil, alias "El Chueco".
El 20 de junio, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín Mora Salazar, de 80, intentaron auxiliar y brindar protección al guía de turistas Pedro Palma, quien entró en la iglesia huyendo de personas armadas, por lo cual los tres fueron asesinados.
Las muertes de los religiosos fueron condenadas por organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México, que destacó que al menos siete sacerdotes han sido asesinados durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien días después del asesinato prometió una investigación "a fondo" y ofreció recompensa por el presunto homicida.
El municipio de Urique, donde se encuentra el poblado de Cerocahui, así como los municipios colindantes se encuentran con fuerte presencia de policías y militares desde hace dos semanas en busca del "El Chueco", presunto autor material del asesinato.