MÉXICO - Las puertas de esta casa en el estado de Durango se abren para darle oportunidad a los estudiantes de continuar con sus sueños.
"Iba pasando y me di cuenta del letrero, entonces me animé a entrar", cuenta el estudiante Alejandro Vázquez.
Al igual que Vázquez, desde todas las calles e incluso de otras colonias los menores llegan durante todo el día, llevan bajo el brazo sus cuadernos y sus dispositivos electrónicos para entrar a sus clases o terminar sus trabajos y tareas.
Y es que por la crisis económica provocada por el COVID-19 no pueden tener internet en sus hogares.
"Estoy muy feliz de que ya vengan las personas, tenemos muy buen internet y no va haber contacto; aquí está la clave", comenta Angela Adame, quien comparte su internet.
Angela y su mamá iniciaron esta idea. Preocupadas por la situación, decidieron compartir su señal y permitir la entrada a su garage de los alumnos que la requieran.
Al principio la familia empezó poniendo en el patio solo las sillas de su comedor, pero poco a poco los vecinos se han ido solidarizado y están llevando mesas, alcohol antibacterial, cubrebocas y hasta artículos escolares.
La concurrecia de estudiantes ha sido tanta, dice Claudia Adame, que una empresa donó un internet más potente para que los visitantes puedan navegar más rápido.
"Lo relevante es que hay mucha gente queriendo ayudar y hay muchos que queremos ayudar con poquito", afirma Claudia Adame.
Así, con tan solo la voluntad y las ganas, han logrado que muchos niños y jóvenes no dejen sus clases durante esta temporada.
"Por favor a las personas que tienen oportunidad, tienen el espacio, por favor ábranlo, ábranle las puertas a los estudiantes, a los alumnos que no tienen la oportunidad", dice el estudiante Omar Isaí.
La iniciativa se difunde a través de las redes sociales, invitando a más personas a repetirla en todo el país.
