CIUDAD DE MÉXICO - Con el alma hecha pedazos, Marisol rogaba porque su hijo volviera a la vida: "¿Va a despertar, verdad? Mi niño va a despertar?".
El menor de 13 años viajaba en el metro junto a su padre este lunes, cuando la estructura se vino abajo y dos vagones se precipitaron hacia el suelo.
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El señor está muy grave en el hospital, por lo que la madre del pequeño, destrozada y sin entender cómo ocurrió esta desgracia, tuvo que darle sola el último adiós.
"Nada me va a devolver a mi hijo; ojalá quede en la conciencia de la gente y ojalá el karma les cobre donde más les duela, así como a mí me arrebató a mi hijo", expresó Marisol.
La misma tristeza llenó las casas de las demás víctimas de la tragedia. Y quienes sobrevivieron a la tragedia, como Enrique Bonilla, no han podido dejar de pensar en los que no lo lograron.
"A la hora que empezó a tronar vi cómo empezaba a doblarse en forma de resbaladillas. Todo el mundo empezó a caer; yo por inercia me detuve por inercia entre los tubos y la silla me frené, quedé colgando con otras personas", recuerda.
Con la mirada fija y el cuerpo aún temblando, el hombre de 65 años dice que los demás cayeron al fondo del vagón.
"Y gritaban. Los gritos de desesperación de la gente, los gritos; yo alcancé hasta un niño, pero bastante gente gritaba auxilio, pidiendo auxilio".
Luego, en medio de la oscuridad llegaron los vecinos como una luz de esperanza.
"Vi como corría una persona de enfrente, había una como plaza y corrían con una escalera, como roja o naranja, se subieron corriendo y gritaron que unos martillos".
A él lo sacaron sano y salvo, pero otros dejaron una cicatriz de tristeza. Frente al ataúd de su padre, Enrique, no podía creer que no volverá a abrazarlo jamás.
"Enrique, mi papá, era mi mejor amigo, mi hermano", dijo, mientras Juliana, devastada, ni siquiera pudo acercarse para despedir a su esposo.
"Es algo que nadie lo espera, no se le desea a nadie", destacó Juliana Torres.
En la zona del accidente colocaron un altar con veladoras para recordar a quienes murieron, pero también pusieron la imagen de una Virgen de Guadalupe a la que le rezan para que quienes aún están en los hospitales, sobrevivan.
Demetria Tapias llevó flores y elevó una oración, y se unió a la exigencia de los vecinos que aseguran que hace mucho ya habían denunciado que esta construcción estaba dañada.
"Justicia también, por todo lo que han hecho mal y han dejado mal, los que pagamos somos nosotros", expresó Tapia.
Ante las protestas y peticiones, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habrá impunidad en este caso.
"Se va a hacer una investigación a fondo para deslindar responsabilidades y castigar a los culpables", dijo López Obrador.
Aunque los deudos, como Marisol, dicen que nada mitigará el dolor de haber perdido a quienes tanto aman. "Lo amo y siempre lo voy a amar ,con él se fue parte de mi vida".