Desde el Gobierno de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra en narcotráfico en México, las Fuerzas Armadas del país han participado en labores que antes eran exclusivas de la policía.
De acuerdo con el informe Base de Datos de Gastos Militares elaborado por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, el Ejército mexicano ha comprado “armas largas” con valor unitario de $75,000, lo que significa que la adquisición de armamento durante la gestión de Enrique Peña Nieto es la más alta de la historia, que se ve reflejada en la gente.
"Mi compromiso es poner al día nuestras fuerzas armadas, asegurar que cada marino y soldado reciba una adecuada preparación y cuente con las mejores herramientas para cumplir sus funciones con la mayor eficiencia", decía en noviembre pasado el presidente.
No obstante, en estados como Michoacán, donde los elementos del Ejército vigilan las calles, las opiniones se dividen.
El ciudadano Tonatiuh Muñoz, expresaba en un sondeo: "La verdad yo me siento más seguro con el Ejército, porque es el organismo menos maleado".
En camnbio, Jesús Vargas opina: "Deberían mover y hacer estrategias definitivas que hagan que el Ejército solo esté en caso de emergencia".
Para el analista Daniel Fernández, la inversión en el Ejército está muy lejos de garantizar la seguridad: "Al contrario, está incrementando violaciones a derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales".
México
Para los expertos en materia de seguridad, la gran carencia de las Fuerzas Armadas de México y lo que ha hecho que hoy la guerra contra el narco se considere perdida, es la poca inversión que se hace en tecnología y estrategia.
Fred Álvarez, experto en seguridad, indica: "Lo más preocupante es el uso de tecnología norteamericana que se está usando en el combate al crimen organizado. Lo vimos con el tema de ("El Chapo") Guzmán Loera, la tecnología que se usó en su aprehensión, era tecnología no sólo hecha en los Estados Unicos, sino manipulada desde los EEUU".
El presupuesto para las fuerzas armadas mexicanas hoy representa el 0.7% del producto interno bruto y se espera que antes de que termine la gestión de Peña Nieto, alcance el 1%.