PHOENIX (AP) — El representante demócrata por Arizona Rubén Gallego, se enfrenta a la conocida ex presentadora de noticias de televisión y fiel aliada de Donald Trump, Kari Lake, en las elecciones del martes para el Senado de Estados Unidos en un estado con un historial reciente de elecciones extremadamente reñidas.
La contienda es una de las pocas que determinarán la mayoría en el Senado. Es una prueba de la fuerza de la coalición anti-Trump que ha impulsado el ascenso de los demócratas en Arizona, que fue confiablemente republicana hasta 2016.
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Arizona es uno de los siete estados en disputa que se espera que decidan la presidencia.
El ganador de la contienda por el Senado reemplazará a Kyrsten Sinema, cuya victoria en 2018 como demócrata creó una fórmula que el partido ha replicado con éxito desde entonces.
Sinema dejó el Partido Demócrata hace dos años después de antagonizar al ala izquierda del partido. Ella consideró postularse para un segundo mandato como independiente, pero se retiró cuando quedó claro que no tenía un camino claro hacia la victoria.
Gallego mantuvo una importante ventaja en la recaudación de fondos durante toda la carrera. Atacó implacablemente el apoyo de Lake a una ley estatal que databa de la Guerra Civil y que prohibía los abortos en casi todas las circunstancias. Lake se inclinó hacia el centro en el tema, enfureciendo a algunos de sus aliados de la derecha al oponerse a una prohibición federal del aborto.
Gallego retrató a Lake como una mentirosa que hará y dirá cualquier cosa para ganar poder.
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Hijo de inmigrantes de México y Colombia, Gallego fue criado en Chicago por una madre soltera y finalmente fue aceptado en la Universidad de Harvard. Se alistó en la Reserva del Cuerpo de Marines de los EE. UU. y luchó en Irak en 2005 en una unidad que sufrió muchas bajas, incluida la muerte de su mejor amigo.
Si es elegido, sería el primer senador latino de Estados Unidos por Arizona.
Lake se convirtió en una estrella de la derecha populista con su campaña de 2022 para gobernadora de Arizona.
Su compromiso dogmático con la falsedad de que le robaron elecciones consecutivas a Trump y a ella le granjeó el cariño del expresidente, que la consideró como su compañera de fórmula para la vicepresidencia. Pero ha agravado sus luchas con los republicanos moderados a los que se distanció durante su campaña de 2022, cuando menospreció al difunto senador John McCain y al entonces gobernador Doug Ducey.
Trató de moderarse, pero le costó mantener un mensaje coherente sobre temas espinosos, incluido el fraude electoral y el aborto.
Lake pasó las últimas semanas de la campaña tratando de ganarse a los votantes que respaldan a Trump pero que no estaban convencidos de ella.
Los votantes de Arizona han rechazado a Trump y a sus candidatos favoritos en todas las elecciones desde que ganó aquí en 2016. Arizona es uno de los siete estados en disputa que se espera que decidan la presidencia.
