La presidenta del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, presentó una demanda el martes en busca de una inspección tanto de las firmas de las boletas enviadas por correo como de las boletas duplicadas en el área metropolitana de Phoenix, alegando que los funcionarios electorales no les dieron a los observadores legales acceso suficiente al procesamiento de las boletas.
La demanda presentada contra los 11 electores del presidente electo Joe Biden en Arizona también alegaba que algunos suburbios en el borde sureste del condado de Maricopa tenían un número inusualmente alto de boletas duplicadas, y que los resultados de las elecciones en esa área eran "fuertemente inconsistentes" con el registro de votantes y datos históricos de votaciones.
Las papeletas se duplican cuando están dañadas o son demasiado ilegibles para pasar por un tabulador. La demanda alega que el software utilizado en el procesamiento de tales boletas electrónicas era inexacto y "rellenaría previamente" el nombre de Biden en las boletas con más frecuencia que el presidente Donald Trump.
La demanda decía que los observadores legales no podían ver la duplicación de la boleta.
Por su parte, la campaña de Biden en Arizona se negó a comentar sobre la demanda.
La demanda de Ward marca la quinta impugnación de elecciones presentada en el condado de Maricopa desde el 3 de noviembre. Los cuatro casos anteriores fueron desestimados, incluido uno presentado por el Partido Republicano de Arizona que buscaba determinar si las máquinas de votación fueron intervenidas.
No ha surgido ninguna evidencia de fraude o intervención de las máquinas de votación durante esta elección en Arizona.
El jefe del Partido Republicano del estado también está buscando una comparación limitada de las firmas en los sobres de las boletas enviadas por correo con las firmas en el archivo para ver si las boletas fueron verificadas falsamente.
La demanda decía que los funcionarios electorales no permitirían que los observadores legales observaran completamente el proceso de verificación de firmas y, en cambio, los obligaron a permanecer en mesas que estaban a una distancia de 10 a 12 pies de los monitores de computadora.
El lunes, el gobernador republicano Doug Ducey reconoció por primera vez que Biden ganó Arizona.
