Con armas de alto calibre, este sábado un grupo de sicarios acorraló a miembros del ejército mexicano tras la detención de Francisco T, alias “El Duranguillo”, presunto líder de un brazo armado del cártel de Sinaloa en la región de Altar, Sonora.
El hecho marca un nuevo episodio en la ola de violencia en Sonora, donde residentes vivieron momentos de tensión en calles de Altar luego de un enfrentamiento que dejó saldo de un muertos y cuatro detenidos, según cifras oficiales.
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Periodistas locales relataron que durante horas se escucharon disparos, hubo cierre de vialidades y enfrentamientos en las que se exigía la liberación del presunto capo.
“Los sitiaron y los tenían prácticamente obligando a negociar la entrega de este personaje”, explica Rosa Lilia Torres, periodista independiente en Sonora
Negociaciones a las cuales militares se negaron, pese a ser superados en número según periodistas de la región.
“Los sobrepasaban, el grupo delictivo, en número e incluso podría decir que hasta en armamento”.
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El grupo delictivo habría ofrecido una millonaria recompensa por la liberación de su líder, según informó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
“En Sonora, detienen a tres delincuentes famosos, un grupo de soldados, y los tienen sometidos, retenidos, y llegan 10 camionetas, 15. En números, 60 contra 10. El encargado del operativo, con mucho aplomo, pide apoyo porque le estaban ofreciendo que si soltaban al jefe de la banda no les iba a pasar nada a ellos. Le estaban ofreciendo al grupo de militares 10 millones de pesos. Y llegaron los refuerzos, hubo enfrentamiento, perdió la vida un oficial del Ejército, pero se detuvo a los delincuentes”, dijo López Obrador.
"NADIE LOS DETIENE"
Para Krimilda Bernal, directora del Observatorio Sonora Seguridad, la impunidad y poderío de los cárteles en Sonora es cada vez más evidente.
“Es una crisis, vemos como hay tanta barbarie al mismo tiempo cómo está bola de nieve que empezó hace muchos años nunca se le detuvo, todo el mundo volteaba hacia otro lado hasta llegar a lo qué pasó hace relativamente pocos días”.
“Nadie los detiene, se siguen paseando en total impunidad por las calles, hacen estos cierres carreteros, sitian pueblos enteros y aterrorizan a la población en general”.
Un poderío, que no estaría cerca de terminar y agrega:
“Sería difícil prefiero algo positivo para el futuro, viendo las tendencias y lo que ha acontecido reciente, de no hacer cambios en este momento las cosas definitivamente no van a mejorar”.