MOUNTAIN VIEW, California - Un reciente informe destaca la difícil situación de los trabajadores mexicanos indocumentados en edad de jubilación en Estados Unidos, quienes enfrentan una creciente preocupación por su futuro económico debido a la falta de pensiones.
Según el estudio realizado por la Universidad de Illinois y respaldado por la Red Nacional de Jornaleros, estos trabajadores, que han dedicado décadas al empleo en el país, no cuentan con los recursos necesarios para su retiro.
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Manuel Lara, con 38 años de trabajo en Estados Unidos, manifiesta su desánimo al enfrentar un futuro sin perspectivas de jubilación. "Yo creo que no voy a dejar de trabajar, porque no puedo, porque no tengo un retiro", lamentó.
Por su parte, Francisco Solano, quien lleva casi 30 años laborando en el país, ha destinado regularmente remesas a su familia en México, subrayando el sacrificio que implica su situación: "Hay veces que cada 15 días, $200, hay veces que cada semana, $200".
El estudio revela que, en promedio, estos trabajadores han laborado en Estados Unidos durante 34 años, pero el 89% de ellos no cuenta con una pensión o recursos suficientes para su jubilación. Además, el 52% planea retirarse en México, buscando en su país de origen el apoyo necesario para su vejez.
María Marroquín, directora del Centro de Jornaleros de Mountain View, en California, destaca que se están haciendo peticiones tanto al gobierno de Estados Unidos como al de México para mejorar la situación.
La Red Nacional de Jornaleros planea viajar a México para garantizar que la pensión para la tercera edad, ofrecida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, también beneficie a los que viven en el extranjero.
Inmigración
El informe subraya que, dado el impacto económico de las remesas enviadas a México y la contribución de estos trabajadores a la economía estadounidense, ambos países tienen una deuda con ellos.
La necesidad de soluciones rápidas y eficaces es evidente para proporcionar seguridad económica a estos trabajadores que han contribuido tanto a ambas economías.
Juan Rueda, de 67 años, expresa su esperanza en que se implementen cambios: "Que la merecemos y la necesitamos".