SACRAMENTO, California —Autoridades de California reportan que un segundo avión habría aterrizado en Sacramento con 20 inmigrantes más, supuestamente enviados desde Florida.
El vuelo habría arribado al aeropuerto Executive de Sacramento el lunes por la mañana, el cual se suma a uno llegado durante el fin de semana con otros 16 inmigrantes originarios de Colombia y Venezuela.
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El fiscal general de California Rob Bonta dijo que el estado de Florida aparentemente organizó que un grupo de migrantes sudamericanos fueran dejados fuera de una iglesia de Sacramento.
“Aunque el asunto continúa bajo investigación, podemos confirmar que estos individuos tenían en su posesión presuntos documentos del gobierno del estado de Florida”, dijo Bonta en un comunicado difundido la noche del sábado.
Los documentos indican que la División de Manejo de Emergencias de Florida coordinó los vuelos, dijo Bonta al periódico Los Angeles Times. Florida le pagó al contratista Vertol Systems Inc. 1.56 millones de dólares para enviar el año pasado vía aérea a migrantes desde Texas a Martha’s Vineyard, Massachusetts.
Los 16 migrantes que llegaron el viernes a Sacramento eran procedentes de Colombia y Venezuela. Entraron al país por Texas. Fueron trasladados a Nuevo México y luego enviados en un avión fletado a la capital de California, en donde fueron dejados frente a la diócesis católica romana de Sacramento, dijeron funcionarios estatales.
Los migrantes fueron contactados fuera de un centro para migrantes en El Paso, Texas, por personas que les ofrecieron empleo y asistencia de viajes, comentó Eddie Carmona, de PICO California, un grupo religioso que ayuda a los migrantes. No sabían que serían llevados a Sacramento y llegaron con muy pocas de sus pertenencias, añadió.
Vertol Systems Co. y la División para Manejo de Emergencias de Florida no respondieron de inmediato a emails en busca de comentarios.
Bonta dijo que se está evaluando la posibilidad de que se hayan cometido violaciones a las leyes civiles o penales.
“Mientras seguimos recolectando evidencia, quiero dejar esto muy en claro: El secuestro auspiciado por el estado no es una elección de política pública, es inmoral y repugnante”, dijo Bonta en un comunicado.