El gobierno estadounidense anunció que utilizará escaneo de ojos y reconocimiento facial para verificar la identidad de los extranjeros que salen de Estados Unidos a pie en un transitado cruce de San Diego a México, en la medida más reciente para cerrar una vieja brecha en su seguridad.
Anteriormente, rara vez revisaban las autoridades estadounidenses a los extranjeros que entraban a México o Canadá a través de los puestos fronterizos.
El sistema inaugurado el 11 de febrero busca asegurar que quienes entran al país salgan a tiempo, e identificar a los que permanecen en el país después del vencimiento de sus visas.
Se cree que la mitad de las personas que se encuentran sin permiso en Estados Unidos entraron con una visa que luego venció.
Desde diciembre, funcionarios de la frontera recopilan la misma información sobre extranjeros que entran a Estados Unidos por el cruce de Otay Mesa entre Tijuana y San Diego.
El Congreso exige desde hace mucho tiempo el empleo de métodos biométricos como huellas digitales, imágenes faciales o escaneo de ojos a las personas que salen del país, una tarea que plantea enormes dificultades financieras y logísticas.
Los defensores de la privacidad temen que se haga mal uso de la información o que ésta caiga en manos inescrupulosas.
Inmigración
Las autoridades están realizando pruebas para determinar cuál tecnología es la más rápida, precisa y menos intrusiva para controlar a la gente que va y viene en todos los cruces terrestres de la frontera con México, que tiene 3.144 kilómetros (1.954 millas) de largo.
Esperan tener los resultados a mediados de año para extender los controles a todos los puntos de entrada por tierra, mar y aire.
"Queremos tener la capacidad de saber cuándo una persona entró al país y cuándo se va", dijo Charmaine Rodríguez, directora adjunta de la instalación de carga portuaria en Otay Mesa.
Ramón Rangel, un camionero de 29 años de Tijuana, cruzó a pie empujando su bicicleta por Otay Mesa el jueves, escaneó sus documentos, se paró en las huellas pintadas en el piso y observó la luz verde que registró sus características oculares y faciales.
El proceso para verificar su identidad tomó unos segundos.
"Me sorprendió, pero creo que es buena idea que Estados Unidos sepa quién se va y si tienen o no visa", dijo Rangel, quien cruza con frecuencia y dijo que las revisiones adicionales son muy rápidas.
Los extranjeros que salgan hacia México con la visa vencida podrán seguir su rumbo, pero el hecho constará en su prontuario, dijo Rodríguez. Los que tengan prontuario criminal o pedido de captura podrán ser detenidos.
Los funcionarios federales dijeron que no difundirán ni conservarán los datos obtenidos en las pruebas, pero no está claro cómo se usará la información si se aplica el programa en toda la frontera.
Jay Stanley, un analista de políticas de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que la información se compartirá cada vez más con diferentes agencias una vez que se establezca en todos los cruces.
Más países también podrían comenzar a utilizar la tecnología para construir sus propias bases de datos biométricas.
"Definitivamente la experiencia ha demostrado lo difícil que es asegurar bases de datos", dijo.
Otros temen que el monitoreo adicional saturará aún más los cruces fronterizos, lo que afectaría al comercio y viaje. Los funcionarios dicen que las revisiones le han agregado apenas segundos a cada cruce.
Marco Cruz, de 57 años de Tijuana, cruza dos o tres veces por semana. Coincidió en que los monitores no hicieron más lento el proceso.
"Está bien siempre y cuando se rápido y fácil", dijo en un cruce el jueves.
Se seleccionó a Otay Mesa porque es uno de los cruces fronterizos más transitados y las autoridades querían ver cómo la tecnología, usada en aeropuertos donde la luz es controlada, funciona en un ambiente al exterior e irregular.
Agentes fronterizos de Estados Unidos intentan tres diferentes métodos. Algunos extranjeros recibirán la instrucción de caminar hacia cámaras que escanearán el ojo y cara simultáneamente. A otros les pedirán que hagan una pausa y vean a la cámara. Un tercer grupo pondrá sus documentos de viaje en un lector en un quiosco y verán hacia la cámara colocada a la distancia de un brazo.
Los estadounidenses que entren a México utilizarán un carril separado en el cruce de California con escáneres que recopilarán información biográfica, incluidos nombre y fecha de nacimiento, pero no biométrica. Por ahora, la prueba piloto se enfocará sólo en extranjeros, pero no es seguro que en el futuro el programa se extienda a ciudadanos estadounidenses.