El gobierno de Estados Unidos tratará de poner fin parcialmente a la supervisión judicial de 27 años sobre cómo el gobierno federal cuida a los niños migrantes que viajan sin compañía de un adulto, poco después de elaborar su propio conjunto de medidas de protección contra el maltrato, de acuerdo con un abogado involucrado en el caso.
El Departamento de Justicia ha informado que pedirá a un juez federal que ponga fin al llamado Acuerdo Flores en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), que asume la custodia de los niños que viajaron sin compañía de un adulto en las 72 horas posteriores a su detención por la Patrulla Fronteriza, según Leecia Welch, directora adjunta de litigios en Children’s Rights, que representa a los niños en el caso.
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El histórico acuerdo seguirá en vigor en la Patrulla Fronteriza y su agencia matriz, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), creando lo que Welch llamó un desmantelamiento “por partes”.
Se espera que los abogados de los niños que viajaron solos se opondrán a la medida, la cual estaría sujeta a la aprobación de la jueza federal de distrito, Dolly Gee, en Los Ángeles.
El Departamento de Justicia se negó a comentar. De momento, el HHS no tenía comentarios al respecto.
¿QUÉ ES EL ACUERDO?
El Acuerdo Flores es una política que obliga a que los niños sean entregados rápidamente a familiares en Estados Unidos.
Además, establece estándares en los refugios autorizados, incluyendo sobre alimentos, agua potable, supervisión adulta, servicios médicos de emergencia, inodoros, lavamanos, control de temperatura y ventilación.
Cuando el Acuerdo Flores entró en vigor en 1997, el cuidado de los niños migrantes era competencia plena del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos, que se disolvió seis años después con la creación del DHS.
Desde 2003, el HHS se ha hecho cargo del cuidado de los niños que viajaron sin compañía de un adulto dentro de las 72 horas posteriores a su detención.
La división se convirtió en una pesadilla en 2018 cuando el gobierno del expresidente Donald Trump separó a miles de niños de sus padres en la frontera sur, y las computadoras de las dos agencias no estaban correctamente vinculadas para reunirlos rápidamente
En 2014, el aumento de las llegadas de niños sin compañía de un adulto a la frontera provocó un mayor escrutinio del gobierno federal, y la elevada afluencia continúa hoy en día. Los arrestos de niños que viajan solos en la frontera mexicana superaron los 130,000 el año pasado. El HHS entrega a la mayoría de los niños no acompañados a familiares cercanos mientras los jueces de inmigración evalúan sus futuros.
¿POR QUÉ SE LE LLAMA EL ACUERDO FLORes?
El acuerdo fue nombrado por una migrante de El Salvador, Jenny Lisette Flores, de 15 años, quien se presentó en un puerto de entrada de California tras huir de la guerra civil en su país natal.
De acuerdo con un reporte de NBC News, Flores llegó aproximadamente un año después de que el gobierno de Estados Unidos endureciera las reglas sobre la liberación de menores, al punto que solo eran entregados a sus padres o tutores legales y manteniendo a algunos detenidos por períodos prolongados.
Como resultado, Jenny pasó dos meses en un centro de detención de Pasadena, California, en compañía de adultos desconocidos y donde fue sometida a registros regulares al desnudo.
El Centro de Derechos Humanos y Derecho Constitucional demandó con Jenny como uno de los cuatro demandantes nombrados en lo que luego se convirtió en el caso Flores v. Reno.
Su madre, que estaba en Estados Unidos, temía irla a buscar por temor a ser deportada a El Salvador, según la demanda.
Un juez ordenó la liberación de Flores y otra joven migrante. Sin embargo, el caso siguió un proceso por varias cortes hasta que el gobierno llegó a un acuerdo nacional en 1997 y estableció una jerarquía de adultos a quienes los menores podrían ser entregados.
¿QUÉ SE SABE DE LA PROPUESTA?
La propuesta para deshacer parcialmente el Acuerdo Flores se produce a menos de tres semanas de que el HHS publicó una norma que establece salvaguardas para la custodia de niños. El secretario de Salud, Xavier Becerra, dijo que la norma, que entrará en vigor el 1 de julio, establecerá “estándares claros para el cuidado y tratamiento de los niños (migrantes) no acompañados”.
Mantener la supervisión judicial para el DHS dejaría partes críticas del Acuerdo Flores intactas, incluyendo un límite de 20 días para que la Patrulla Fronteriza retenga a los niños no acompañados y a los padres que viajan con un niño.
Las instalaciones de detención de la Patrulla Fronteriza han experimentado una sobrepoblación extrema tan recientemente como en 2021, y el gobierno federal ha resistido firmemente los llamados a detener a niños y familias más allá de 72 horas.
Welch dijo que poner fin a la supervisión especial puede impedir que los abogados de los niños inspeccionen los refugios del HHS y entrevisten a los niños que estén bajo el cuidado del departamento.
“La única razón por la que querrían hacer esto ahora es porque el programa Flores es una piedra en el zapato”, dijo Welch. “Podemos entrar en sus instalaciones siempre que queramos, podemos hablar con los jóvenes allí, y cuando no cumplen podemos presentar mociones para hacer cumplir la ley, y eso no les gusta”.
En octubre, el HHS publicó una propuesta que obtuvo más de 70,000 comentarios públicos y dio a conocer una versión final el mes pasado.
El HHS dijo el mes pasado que la norma “implementa y va más allá” del Acuerdo Flores. Entre otras cosas, crea una oficina independiente de un defensor de derechos humanos, establece estándares mínimos en los albergues temporales desbordados y formaliza los avances en los protocolos de revisión para la entrega de niños a familias y patrocinadores y para los servicios jurídicos.
Welch dijo que la nueva norma tiene “muchos aspectos positivos”, pero no aborda los albergues sin licencia que son contratados por el HHS, que considera la pieza más importante del Acuerdo Flores. En 2021, el gobernador de Texas, Greg Abbott, revocó las licencias estatales de las instalaciones que cuidan a los niños migrantes.