NUEVA YORK - El ultraderechista Steve Bannon, quien fue estratega en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, se definió este martes como un "preso político de Kamala Harris" tras haber sido excarcelado por cumplir cuatro meses de condena por desacato.
"Por fin he dejado de ser un preso político de Kamala Harris, (el fiscal general de Estados Unidos) Merrick Garland y del régimen de Nancy Pelosi. Estoy muy lejos de sentirme acabado, estos meses me han empoderado. Les digo que con mis fuerzas y las de las bases del presidente Trump combinadas, vamos a lograr unas cifras increíbles el próximo martes", ahondó Bannon.
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El también presentador del polémico podcast "War Room" salió de prisión este martes, una semana antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, a las que Donald Trump vuelve a postularse.
Bannon fue condenado en 2022 por incumplir una citación de un comité que investigaba el asalto al Capitolio de enero de 2021, en el que simpatizantes de Trump irrumpieron en el Congreso estadounidense para impedir la certificación de la victoria del presidente Joe Biden en las elecciones de dos meses antes.
"La victoria está cerca. Pueden ver el colapso de la falaz campaña de Kamala Harris. Está desesperada, no está conectando con los hombres de las minorías, hispanos y afroamericanos porque saben que los estafa", agregó Bannon, cuyo podcast ha sido realizado durante su condena por personas de su entorno que han continuado fomentando el apoyo a Trump.
No obstante, pese a su supuesto optimismo ante una "victoria aplastante" el martes que viene, Bannon extendió nuevas teorías conspiratorias acerca de que los demócratas van a "tratar de hacer todo lo humanamente posible" para amañar las elecciones.
Bannon trabajó en la campaña que llevó a Trump a la presidencia en 2016 y fue estratega jefe en la Casa Blanca desde que el magnate asumió el poder en enero de 2017 hasta agosto del mismo año.
Duró menos de siete meses en la Casa Blanca debido, en parte, a que su discurso para desmantelar a la clase política y acabar con las élites tuvo poco encaje en el gobierno de Trump, que pronto se llenó de millonarios.
Considerado uno de los profetas de la derecha populista "alt-right", Bannon ha declarado que su objetivo es convertirse en "la infraestructura global para el movimiento populista mundial" y ha apoyado numerosos movimientos políticos ultraderechistas y populistas en todo el mundo, especialmente en Europa.