La madre de un hombre que murió atropellado por un camión de recolección de basura de la ciudad de Los Ángeles, ha contratado a un abogado para entablar una demanda.
David Isaac Soto murió el 25 de enero y las circunstancias de su muerte han dejado a la familia con muchas preguntas.
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El hombre de 35 años fue atropellado por un camion de recolección de basura de la ciudad de Los Ángeles.
“Esto no debería de haber sucedido”, dijo su madre, Sara Toral. “El debería estar aquí con nosotros, él tenía un futuro”.
La madrugada del 25 de enero, una cámara de seguridad lo captó, aparentemente bajo la influencia del alcohol o drogas, en las afueras del departamento de un amigo.
Pero fue en un callejón, entre la Calle Noble y el Boulevard Burbank, en Sherman Oaks, donde algunos residentes lo vieron y en donde perdió la vida. Cuando su madre pidió ver a su hijo le dijeron que no sería posible hasta terminar la investigación.
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“[Dijeron] que no era reconocible, que no estaba reconocible mi hijo”, dijo Toral llorando.
A Soto, en un principio, lo calificaron de indigente pero su madre dice que no era así. Ella afirma que su hijo vivía en San Fernando con una tía, pero que sufría de adicción a las drogas y cuando la usaba, se alejaba de la familia.
La familia de la víctima y los vecinos no se explican cómo fue que el chofer del camión no lo vio cuando entró en reversa. Los vehículos están equipados con grandes espejos retrovisores y 5 cámaras, incluyendo una apuntando al frente y otra hacia atrás para poder retroceder de forma más segura.
“No estaba ni acostado”, dijo su abuelo Adan Jáquez. “Estaba simplemente como que había trasnochado y estaba sentado o hincado, disfrutando del calor del sol”.
El abogado Robert Brennan cree que el chofer del camión simplemente no estaba poniendo atención. Señaló que no debió manejar sobre algo que está en el camino sin antes revisar de qué se trata.
Hay testigos que dicen que no parecía un montón de cobijas, que el hombre estaba sentado.
La policía dice que el día del accidente tomó el testimonio de dos vecinos y realizó una prueba de sobriedad al chofer, que resultó negativa y que no anticipaban cargos criminales en su contra.
Entre tanto, las visitas al altar erigido en el lugar en honor a Soto ayudan a sanar, poco a poco, la profunda herida de haber perdido a un hijo.
“Una parte de mí murió con él”, dice su madre, llorando. “No lo puedo explicar. Es algo muy feo que se siente. No tengo palabras”.
Telemundo 52 se comunicó con el Departamento de Limpieza de la Ciudad de Los Ángeles. Sin embargo, por medio de un correo electrónico, informaron que no pueden comentar sobre acciones legales pendientes.