LOS ÁNGELES - Una madre sin hogar en el vecindario de Westchester dijo que intentó obtener ayuda de las agencias de servicios para personas desamparadas del condado antes de que su hija de un año muriera en una parada de autobús cerca del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX).
Amantha van Cleave afirmó a nuestra cadena hermana NBC4 que intentó conseguir una vivienda, pero se la negaron. La bebé, su madre y otro niño llevaban meses en la calle.
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Aún no está claro cómo murió la niña.
La investigación está en curso, pero la familia de la pequeña Yayra Rutherford indicó que pudo haber muerto porque tenía frío. Dijeron que ella todavía podría estar viva hoy si tan solo uno de los servicios para personas sin hogar de Los Ángeles les hubiera ayudado a conseguir un lugar donde quedarse.
Van Cleave describió a Yayra como una niña sonriente a la que le estaban saliendo los dientes y amaba el maquillaje y a su madre.
"Ella se levantaba en la cama, me tocaba y decía 'Hola' todas las mañanas a las 4:00 a.m. Ahora no tengo a nadie que me despierte", lamentó Van Cleave.
La mujer dijo que su familia ha estado en Los Ángeles durante ocho meses y vivió principalmente en su automóvil. En las últimas semanas durmieron en LAX y pasaron el día en una parada de autobús cercana, donde Yayra murió el viernes.
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"Le estaban saliendo los dientes la noche anterior y luego simplemente se fue a dormir y no se despertó", aseguró la madre.
El médico forense del condado de Los Ángeles todavía está trabajando para determinar la causa oficial de su muerte, pero mientras se investiga, la madrina de la menor, que tampoco tiene hogar, está furiosa.
"No importa lo que te digan, no te ayudarán", dijo Stella Bethel, madrina de Yayra.
Bethel aseguró que en los últimos meses su familia se acercó a varias agencias de servicios para personas sin hogar del condado de Los Ángeles, pero nadie les ayudó.
"Si no tienes un problema con el alcohol, si no tienes un problema con las drogas o si no eres víctima de ningún tipo de violencia doméstica... no recibirás ninguna ayuda", indicó Bethel. "Estaban cansados. Estamos cansados de pedir ayuda, estamos cansados de que estas personas aparezcan mirándonos de manera condescendiente, como, hay personas aquí que realmente necesitan ayuda, y estas personas no nos escuchan", relató.
Van Cleave dijo que llamó la semana pasada al 211, una línea directa que funciona para conectar a las personas en el condado de Los Ángeles con refugios de emergencia. Este mes, la ciudad de Los Ángeles publicó una auditoría que mostró que el invierno pasado, el 211 estaba abrumado con más de 160,000 llamadas para pedir refugio, y solo la mitad recibió respuesta.
NBCLA se comunicó con el 211, pero no recibió respuesta hasta el miércoles por la mañana.
Van Cleave dijo que llamó tres días antes de que muriera su hija.
"Dijeron que no tenían vacantes y que se acercaban las vacaciones", afirmó. Agregó que le indicaron que lo intentara después.
Ahora, después de las vacaciones, esta familia todavía está sin hogar y de luto por la muerte de la niña.
"Esa pequeña bebé, esa bebé de un año, fue lo que nos mantuvo unidos. Ahora, ¿qué se supone que debemos hacer? ¿Morir de hambre? ¿Dormir en la calle? ¿Que se supone que hagamos?", reclamó Bethel.
Otra agencia de servicios para personas sin hogar, PATH, les dio alojo en un hotel hasta el miércoles. Pero después de eso, tienen que irse y no saben qué van a hacer.
Dijeron que quieren concentrarse en encontrar dinero para cremar a Yayra, pero lamentablemente también tienen que dedicar tiempo a tratar de encontrar un hogar.