Un jardinero solo estaba haciendo su trabajo cuando un fuego artificial sobrante del 4 de Julio explotó en sus manos, dejándolo con lesiones que han cambiado su vida.
Hector Mayoral estaba terminando de trabajar en una casa de Torrance el sábado, 8 de julio, cuando recogió algo con la intención de tirarlo a la basura. En vez, objeto explotó, dejándolo con dedos perdidos, pérdida de visión parcial y dientes flojos.
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“Pero [fue] una explosión fea, que yo creo que a nadie se lo deseo”, Mayoral dijo el domingo en una entrevista con Telemundo 52. Todavía se notaban quemaduras en su cara, abdomen y piernas, y sus manos permanecían vendadas.
La explosión fue tan fuerte, Mayoral recuerda, que lo mandó tambaleándose hacia el cuadro de la puerta de su camioneta.
"Yo no más miré la piel que estaba colgando cuando me pasó el accidente. Y me dijeron los doctores cuando pregunté qué pasó con mi mano: 'no tienes ni un dedo, y no más te tratamos de salvar la muñequita para que en un futuro puedas ponerte una prótesis o algo", dijo Mayoral.
El jardinero solo recuerda que "de que fue una bomba fue una bomba, pero no sé cómo sucedió, qué calse de bomba ni nada, porque yo al tocarla, como agarrar su celular, lo quise agarrar y explotó".
El estallido fue captado en la cámara del hogar de Ken Lucas. El video muestra una bola de fuego, seguida por una nube de humo grande.
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Lucas estaba en su patio trasero cuando escuchó la detonación. Salió a encontrar a Mayoral desconsolado y confundido mientras sangraba de la mano.
“Vi el hueso de su muñeca, y no había más allá”, Lucas relató.
Algunos vecinos, llamando al 911, sugirieron un torniquete. Lucas envolvió una tira en el brazo de Mayoral, sosteniéndola hasta que llegaron los bomberos.
“Pudo haber matado a Hector y pudo haber matado a uno de los niños del vecindario”, Lucas dijo, refiriéndose al explosivo.
Mayoral dijo que frecuentemente lleva a su sobrino al trabajo con él, ya que está en vacaciones, y lo pone a recoger basura. Afortunadamente, el niño no estaba presente ese día. Si sí hubiera estado, el fuego artificial lo podría haber matado, Mayoral dijo.
Mayoral sigue recuperándose luego de la explosión. Tiene un dolor extremo en su mano izquierda. Intenta contener el llanto mientras describe cómo su nieta de 5 años le da de comer, ya que él todavía no lo puede hacer por si mismo. No puede ver de un ojo, y la visión en el otro es borrosa.
Además de ser jardinero, Mayoral también hace dos años abrió un negocio de pizza móvil. Ahora teme no poder volver a trabajar.
“Tengo que pagar todo. No tengo tantos recursos para decir, ‘Vamos al hospital y de volada pago cuando me llegue el bill o algo’. Entonces, pues tengo que ver cómo hacerle”, dijo.
Además, las heridas severas lo han dejado con limitaciones que tendrá de por vida. "Mi familia nunca me ha dejado abajo, y le dije a mi hermano, 'ahora sí necesito de tí', lo que nunca esperaba que yo ocupara".
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