WASHINGTON — La inflación en Estados Unidos alcanzó su nivel más alto en 40 años, luego de que los precios de la gasolina, los alimentos y otros productos básicos aumentaron en mayo.
Los precios al consumidor aumentaron 8.6% en mayo con respecto al mismo mes del año anterior, superando el aumento del 8.3% en abril, informó el Departamento de Trabajo el viernes.
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El informe del viernes puso de relieve el temor de que la inflación va mucho más allá del aumento de los precios de la energía derivados de las cadenas de suministros obstruidas y la invasión rusa a Ucrania.
LA INFLACIÓN ANUAL ALCANZÓ EL 8.6% EN MAYO
Y la presión creciente sobre la Fed a seguir aumentando las tasas de interés —incrementando el costo de los préstamos para negocios y consumidores— eleva el riesgo de la recesión.
Pero, ¿cómo afecta la inflación al bolsillo de la gente?
“Los precios de la gasolina aumentaron 4% en mayo y casi 50% en 12 meses. Han aumentado aún más este mes. El precio promedio nacional llegó a $4.99 el galón (3.5 litros) el viernes, de acuerdo con la asociación automovilística AAA.
Los comestibles aumentaron casi 12% el mes pasado con respecto al año anterior, su mayor salto desde 1979.
Los precios en los restaurantes aumentaron 7.4%, el mayor salto desde noviembre de 1981, reflejando el aumento de costos de alimentos y trabajadores.
Los costos de la vivienda también están aumentando. El índice oficial —que incluye alquileres, tarifas de hoteles y una medida de lo que cuesta poseer una vivienda— aumentó 5.5% en el año, el mayor salto desde 1991.
Las tarifas aéreas aumentaron casi 38%, el mayor incremento desde 1980.
La inflación rampante impone presiones graves a las familias al obligarlas a pagar mucho más por los alimentos, la gasolina y el alquiler y reducir su poder adquisitivo de artículos no básicos, desde cortes de pelo hasta artefactos electrónicos.
Los hogares de menores ingresos, en particular los hispanos y la población negra, son los más golpeados porque deben dedicar una mayor parte de sus ingresos a los artículos de primera necesidad.
Los economistas prevén una reducción de la inflación este año, aunque no en gran medida. El índice de precios al consumidor podría bajar a 7% para fines de año. En marzo, el IPC anual fue de 8.5%, el más alto desde 1982.
La alta inflación ha obligado a la Reserva Federal a aplicar la serie de aumentos de las tasas de interés más rápida de los últimos 30 años. Con ello, la Fed espera enfriar el gasto y el crecimiento lo suficiente para frenar la inflación sin provocar una recesión.
Las encuestas revelan que, para los estadounidenses, la inflación es el problema principal y la mayoría desaprueba el manejo de la economía por el presidente Joe Biden. Los legisladores republicanos atacan a los demócratas de cara a las elecciones de medio mandato, en noviembre.