El presidente Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva con el propósito de cerrar el Departamento de Educación.
Desde que se creó el Departamento de Educación en 1979, esta agencia de nivel ministerial que opera bajo el poder ejecutivo ha estado en el centro del debate debido al papel del gobierno federal en la enseñanza.
Si bien algunos lo ven como una institución vital que garantiza el acceso y la calidad de la educación, otros dicen que es una agencia burocrática innecesaria que debería abolirse.
Qué hace el Departamento de Educación
El Departamento de Educación no dirige las escuelas. Esto es responsabilidad de los estados y los distritos escolares locales. Sin embargo, la agencia que depende del presidente de Estados Unidos supervisa la financiación federal de la educación, hace cumplir las leyes de derechos civiles en las escuelas, recopila datos y establece políticas destinadas a mejorar la educación nacional.
Una responsabilidad clave del Departamento de Educación es la distribución de fondos federales, como las becas Pell para estudiantes universitarios y la financiación del Título I para las escuelas que atienden a comunidades de bajos ingresos.
La agencia, que comenzó a operar en 1980, también administra programas de educación especial bajo la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés), que busca garantizar que los estudiantes con discapacidades reciban las adaptaciones adecuadas.
Además de la financiación, la agencia hace cumplir las leyes contra la discriminación a través de su Oficina de Derechos Civiles. Esta se ocupa de las quejas relacionadas con la discriminación por raza, género o discapacidad en las escuelas. También realiza investigaciones y recopila datos educativos para orientar a los responsables de las políticas.
"Los programas de educación primaria y secundaria del Departamento atienden anualmente a casi 18,200 distritos escolares y a más de 50 millones de estudiantes que asisten a aproximadamente 98,000 escuelas públicas y 32,000 escuelas privadas", indica el Departamento de Educación en su sitio web. "Los programas del Departamento también brindan subvenciones, préstamos y asistencia para trabajar y estudiar a más de 12 millones de estudiantes de educación superior", agrega.

Cómo se creó el Departamento de Educación
Antes de que se estableciera el Departamento de Educación, la participación federal en la educación era limitada. Entre los ejemplos de legislación federal anterior a la creación de la agencia se incluyen la "GI Bill" de 1944 y la Ley de Educación Primaria y Secundaria de 1965.
A medida que se fue ampliando el papel del gobierno federal en la vida cotidiana, también se hizo necesario organizar y consolidar esfuerzos para implementar y hacer cumplir las políticas federales. Un ejemplo claro es el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que "prohíbe la discriminación por motivos de raza, color y origen nacional en programas y actividades que reciben asistencia financiera federal".
"Las leyes contra la pobreza y de derechos civiles de los años 1960 y 1970 provocaron un surgimiento dramático de la misión de acceso igualitario del Departamento" y dichas leyes "hicieron de la aplicación de los derechos civiles un enfoque fundamental y duradero del Departamento de Educación", afirma la agencia.
El Departamento fue creado en virtud de la Ley de Organización del Departamento de Educación bajo el mandato del expresidente Jimmy Carter y la agencia ha enfrentado una fuerte oposición desde su creación. El sucesor de Carter, el expresidente Ronald Reagan, prometió cerrar la agencia, pero finalmente se echó atrás porque carecía del apoyo del Congreso.
Los intentos de Trump para eliminar el Departamento de Educación
El presidente Donald Trump, que tomó prestado el lema de campaña de Reagan "Make America Great Again", quiere terminar lo que ese expresidente comenzó, cerrando el Departamento de Educación.
En ese sentido, Trump firmó el jueves una orden ejecutiva para cerrar el departamento en un evento en la Casa Blanca.
En la orden, instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a "tomar todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento de Educación y devolver la autoridad educativa a los Estados, mientras continúa asegurando la entrega efectiva e ininterrumpida de servicios, programas y beneficios en los que los estadounidenses confían".
Eliminar el Departamento de Educación requeriría la aprobación del Congreso.
Pero incluso sin cerrarlo formalmente, el gobierno de Trump podría hacer que sea casi imposible para los empleados llevar a cabo su trabajo, como lo ha hecho con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
McMahon recientemente redujo drásticamente el tamaño del Departamento de Educación al reducir su fuerza laboral a la mitad.
Si se suprime la agencia, los programas de financiación esenciales, como las becas Pell y los préstamos estudiantiles, podrían quedar bajo la responsabilidad del Departamento del Tesoro, mientras que la aplicación de los derechos civiles podría estar a cargo del Departamento de Justicia.
Los críticos de la medida advierten que desmantelar el departamento podría debilitar las protecciones federales para los estudiantes, en particular en la aplicación de las leyes de derechos civiles y el mantenimiento de la financiación para las escuelas desfavorecidas.
"El Departamento de Educación es un defensor fundamental en la aplicación de las leyes federales que prohíben la discriminación y garantizan que todos los estudiantes tengan acceso a una educación que los ayude a alcanzar su máximo potencial", escribe la Asociación Nacional de Educación.
"Desmantelarlo significa dejar sin fondos a los programas que alimentan, educan y protegen a nuestros estudiantes más vulnerables y desatendidos, y dejar a muchas familias temerosas y ansiosas y a las comunidades tambaleándose", agrega.