Un equipo de trabajadores de la salud transportó con éxito un corazón en un viaje sin precedentes desde Alaska a Massachusetts a finales de abril.
El Dr. Joseph Rubelowsky, cirujano cardiotorácico, dirigió la operación, partiendo de su ciudad natal de Cleveland hacia Juneau, Alaska. A partir de ahí, recogió el órgano y se dirigió rápidamente hacia el este, viajando 2,506 millas náuticas antes de llegar al Hospital General de Massachusetts en Boston.
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Este viaje a campo traviesa duró siete horas y media, mucho más del período recomendado de cuatro a seis horas en el que el corazón está entre los cuerpos, y estableció un récord de lo más lejos que ha viajado un corazón, según Paragonix Technologies.
Durante años, los especialistas en trasplantes han utilizado hieleras todos los días para transportar corazones a través de las fronteras estatales en un apuro para llevarlos a un paciente a tiempo. Si bien eso ha tenido éxito en muchas ocasiones, puede ser difícil manipular la temperatura y proteger el corazón del daño tisular debido a las temperaturas bajo cero.
Un sistema de enfriamiento llamado SherpaPak de Paragonix Technologies ofrece una alternativa prometedora. Aprobado por primera vez por la Administración de Alimentos y Medicamentos en 2013, los expertos dicen que ganó popularidad en la última década después de que la investigación continúa demostrando que puede extender el período de tiempo esencial entre los trasplantes y proporcionar un entorno más estable para el órgano.
A diferencia de un enfriador diario, el SherpaPak mantiene el corazón entre 4 y 8 grados centígrados, la ventana óptima para proteger el corazón, según Rubelowsky.
La tecnología también permite que varias personas, incluidos Rubelowsky y proveedores de atención médica en Alaska y Boston, controlen la temperatura desde sus teléfonos.
Al aterrizar después de la medianoche en Boston, Rubelowsky fue recibido por una ambulancia que se hizo cargo del último tramo del viaje, entregándolo al Hospital General de Massachusetts. Con su parte del viaje completada, regresó a Cleveland y se enteró de que "el corazón estaba muy bien", según un mensaje de texto de un cirujano de Boston.
El paciente fue dado de alta del hospital varias semanas después.
Este viaje brinda a los proveedores de atención médica y a los expertos en políticas la esperanza de poder mejorar el estado de los trasplantes en los EEUU.
Según la Administración de Recursos y Servicios de Salud, 17 personas en los EEUU mueren todos los días esperando un trasplante de órganos. El problema se ve agravado por el hecho de que casi el 18% de todos los riñones donados se desechan, según un estudio de 2019 publicado en la revista JAMA Internal Medicine. Esta alta tasa de descarte se debe en parte a las estrictas normas y puntos de referencia que impiden que los médicos utilicen riñones más viejos o de mayor riesgo.
El SherpaPak podría al menos evitar un mayor deterioro en el tránsito y ampliar el suministro de todas las donaciones de órganos.