Al regresar el Congreso de Estados Unidos a sesiones esta semana, los legisladores intentarán llegar a un acuerdo para enviar una nueva ronda de asistencia para Ucrania. Pero para lograrlo, tendrán que llegar a un acuerdo en un tema que durante décadas los ha frustrado.
Los republicanos en ambas cámaras del Congreso han sido claros en que no darán su apoyo para enviar ayuda adicional a Ucrania a menos que se tomen medidas para la seguridad fronteriza que ayuden a lidiar con el flujo de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos. Su exigencia ha convertido uno de los temas más polémicos en la política estadounidense en un debate de política exterior que ya era complicado.
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Un pequeño grupo bipartidista en el Senado está tomando la iniciativa y trabaja para encontrar un estrecho compromiso que pueda superar una posible obstrucción con 60 votos. Sin embargo, incluso aunque logren un modesto acuerdo, no hay garantía de que sea aprobado en la Cámara de Representantes, en donde los republicanos insisten en un cambio completo en las políticas migratoria y fronteriza.
Los republicanos tienen la esperanza de que los demócratas sientan la presión política y acepten algunas de sus propuestas para la frontera después de que los cruces ilegales superaron el promedio diario de más de 8,000 hace unas semanas. El presidente Joe Biden, quien se postula para la reelección el próximo año, ha sentido presión incluso de los demócratas sobre el flujo migratorio.
LEJOS DE UN ACUERDO
Pase lo que pase, llegar a un compromiso será excesivamente difícil. Al irse por el feriado del Día de Acción de Gracias, los negociadores del Senado dijeron que todavía estaban lejos.
Cambiar el sistema de asilo para migrantes es prioridad para los republicanos. Quieren que sea más difícil para quienes solicitan asilo demostrar en sus primeras entrevistas que tienen un temor creíble de persecución política, religiosa o racial en su país natal antes de avanzar hacia el asilo en Estados Unidos.
A los legisladores les resulta más fácil llegar a un consenso en otras áreas de la política fronteriza, sobre todo cuando se trata de personal y seguridad.
Los negociadores han revisado los pasos que podrían tomarse para reforzar la infraestructura existente en la frontera, incluso contratar y aumentar el sueldo para los agentes de la patrulla fronteriza y mejorar la tecnología. Una de las propuestas en las que avanzó el grupo bipartidista de senadores incluye contratar más agentes de la patrulla fronteriza, aumentar sus sueldos y garantizar que tengan horas extras.
La petición de emergencia de Biden al Congreso incluye ayuda a Ucrania, Israel y otros aliados estadounidenses, además de $14,000 millones para fortalecer el sistema inmigratorio y la seguridad fronteriza. Los fondos se destinarían para la contratación de más agentes de la patrulla fronteriza, jueces migratorios y funcionarios de asilo. Es parte de la estrategia de Biden intentar simultáneamente alejarse de las políticas intransigentes de Trump, pero adaptarse a las realidades del cruce fronterizo entre México y Estados Unidos.
Parece poco probable que los legisladores aborden uno de los temas que ya llevan mucho tiempo: ofrecer alguna forma de estatus legal permanente a los miles de inmigrantes que fueron llevados a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños. Los republicanos han dejado claro que no se abordarán en este paquete, quieren que se enfoque más en las medidas de seguridad fronteriza.