WASHINGTON — En un paso extraordinario, la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio votó unánimemente para citar a declarar al expresidente Donald Trump: un esfuerzo final para determinar plenamente los detalles de la insurrección del 6 de enero de 2021, con el panel concluyendo sus trabajos para finales del año.
Trump sigue sin reconocer su derrota electoral y ha sido incansablemente hostil hacia la pesquisa. El viernes, la llamó una “farsa y una cacería de brujas” en una carta a la comisión, pero notablemente no mencionó la citación ni dijo si obedecerá la demanda de comparecer.
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Este es un vistazo a lo que seguirá en la recta final de la investigación del panel.
VOTARON A FAVOR DE CITAR AL EXPRESIDENTE TRUMP
El panel de nueve miembros ha entrevistado a más de 1,000 testigos, incluso muchos de los asistentes del expresidente y han expuesto un cronograma detallado de los esfuerzos de Trump para ignorar su derrota electoral en 2020, incluso su inacción mientras sus partidarios irrumpían violentamente en el Capitolio, pero incluso así quieren escuchar las palabras del propio Trump.
Ahora que se ha autorizado la citación, debe entregarse por escrito a Trump. Ese paso, esperado para inicios de la semana próxima, fijará una fecha y presentará los pedidos de documentos.
Trump y sus abogados decidirán entonces cómo responden.
Pudieran obedecer, negociar con la comisión, anunciar que impugnarán la citación o ignorarla. Pudieran también acudir a las cortes para frenarla.
Si Trump no la acata, el panel tendrá que ponderar las implicaciones prácticas y políticas de una votación para declararlo en desacato del Congreso. Si la cámara baja en pleno vota para recomendar ese cargo, el Departamento de Justicia revisaría el caso.
La comisión ya tomó esa medida con algunos aliados de Trump que se negaron a cumplir con las citaciones, incluido Steve Bannon, que fue condenado por desacato en julio. Pero acusar a un expresidente de desacato sería otra cosa, un paso excepcional para cualquier Congreso.
En su carta el viernes, Trump repitió sus mentiras sobre un presunto fraude electoral y dijo que escribía para expresar su “furia, decepción y quejas” de que el panel no estaba investigando sus propias acusaciones.
Aprovechó además la oportunidad para alardear sobre la magnitud de la muchedumbre que se congregó cerca de la Casa Blanca la mañana del 6 de enero, antes de que él los enviara en marcha hacia el Capitolio. Incluyó fotos aéreas, pero nunca mencionó la citación.
Incluso si la acata, hay razones para dudar de que la comparecencia de Trump vaya a ayudar a la investigación.
Él respondió algunas preguntas escritas del fiscal especial Robert Mueller durante la pesquisa de la cooperación de Rusia con su campaña en 2016, pero sus respuestas produjeron poco o nada para avanzar en la investigación.
Más recientemente, compareció en una audiencia con la oficina de la fiscal general estatal de Nueva York Letitia James, pero invocó su derecho constitucional contra la autoincriminación más de 400 veces para negarse a responder a preguntas.
La comisión sigue hablando con los abogados del expresidente Mike Pence, como lo ha hecho durante meses, pero no está claro si los legisladores citarán a Pence o pedirán su testimonio.
Varios asistentes de Pence han hablado con los investigadores, algunos dando muchos detalles sobre sus pasos y estado mental cuando se resistió a los pedidos de Trump de que objetara la certificación de los votos electorales ese día y tratara de anular su derrota ante Joe Bien y Kamala Harris.
En un video mostrado el jueves en la audiencia final de la comisión antes de las elecciones intermedias se vio a Pence coordinando ayuda con la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder demócrata del Senado Chuck Schumer, mientras los asaltantes estaban dentro del Capitolio y algunos pedían la ejecución de Pence.
Los líderes estaban trabajando con funcionarios de seguridad para garantizar que pudieran regresar al Capitolio y certificar la victoria de Biden.
La comisión tendrá que decidir además si envía algunos de los señalamientos de posibles delitos al Departamento de Justicia. Mientras los fiscales federales realizan sus propias investigaciones del asalto y de los esfuerzos de Trump para anular su derrota, la comisión legislativa tiene su propio montón de evidencia.
Los legisladores del panel han insinuado numerosas veces en el último año que emitirán recomendaciones penales. En la audiencia del jueves, la representante republicana Liz Cheney, vicepresidenta del panel, dijo que la comisión “pudiera al final decidir” hacerlo. Dijo que ellos tienen “suficiente información para considerar recomendaciones penales para múltiples individuos”.
Aunque una recomendación de ese tipo no forzaría ninguna acción, amplificaría las presiones políticas sobre el secretario de Justicia Merrick Garland en momentos en que el Departamento realiza sus propias pesquisas.
El panel recibió recientemente más de 1.5 millones de páginas de documentos del Servicio Secreto, pero los legisladores dicen que aún no tienen todo lo que quieren. El Servicio Secreto es una agencia federal que entre otras funciones protege la integridad del presidente, el vicepresidente, los expresidentes y sus familiares cercanos.
La comisión está trabajando para verificar los recuentos de los asistentes de Trump que describieron las acciones de este el 6 de enero cuando trataba de ir al Capitolio y acompañar a sus partidarios, centenares de los cuales al final ingresaron a la fuerza.
Funcionarios de seguridad, junto con muchos asistentes de la Casa Blanca y congresistas republicanos, estaban vehementemente opuestos a la idea. Trump estaba furioso y trató infructuosamente de ir al Capitolio de todas maneras, de acuerdo con varios recuentos revelados por el panel.
El representante demócrata Pete Aguilar, miembro de la comisión, dijo que los legisladores “llamarán de nuevo a testigos y realizarán más entrevistas” sobre la base del material del Servicio Secreto. La agencia no ha entregado mensajes de texto que asegura que fueron borrados.
El paso final que se espera del panel será un reporte colosal que detalle la evidencia, las conclusiones y las recomendaciones legislativas para garantizar que nada como lo sucedido el 6 de enero vuelva a ocurrir, pero no está claro cuánto de ese material será dado a conocer públicamente.
En una de ocho audiencias el verano pasado, el representante demócrata Jamie Raskin, afirmó: “Solamente hemos mostrado una fracción pequeña de lo que hemos encontrado”.
Los legisladores han dejado claro que el reporte presentará lo que ellos ven como lo que estaba en juego para el país cuando muchos republicanos piensan, falsamente, que la elección de 2020 fue robada y cuando Trump pondera presentarse como candidato en los comicios presidenciales de 2024.
“Con cada intento para justificar o excusar la conducta del expresidente, mellamos las bases de nuestra república”, afirmó Cheney durante la audiencia.