CHULA VISTA - Maya Millete fue vista por última vez el 7 de enero del 2021, cuando salió de su casa en Chula Vista, California, y hoy, nueve meses después, las autoridades tienen certeza de que fue asesinada, pero sigue siendo un misterio en dónde está su cadáver.
Por este caso fue arrestado Larry Millete, esposo de la mujer con la que tenía tres hijos. Millete enfrenta ahora cargos de asesinato en primer grado. De ser hallado culpable podría pasar el resto de su vida en prisión, según la fiscalía del condado de San Diego.
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Las autoridades dicen que Millete la mató para evitar que se divorciara de él y que, incluso, recurrió a brujerías y hechiceros para causarle daño físico a la madre de sus hijos.
Sin embargo, Millete todavía tiene una opción de reducir su condena si decide colaborar y decir dónde está el cadáver de su esposa Maya.
LA ÚLTIMA PISTA DE MAYA
Maya Millete dio signos de vida por última vez a las 8:15 p.m. el 7 de enero del 2020, cuando usó por última vez su celular en su casa, según el reporte de las autoridades. Maya y su familia vivía en el exclusivo sector de Paseo del Gato, en donde las propiedades cuestan alrededor de $1 millón.
Sin embargo, su teléfono estuvo apagado desde que abandonó la propiedad en Chula Vista el 8 de enero a las 6:45 a.m. en un Lexus negro GX450, hasta que regresó 11 horas después.
Desde entonces, no hay ninguna pista de la ubicación de su cuerpo y solo hasta esta semana el caso dio un giro total con el arresto de su esposo.
¿Por qué ha sido tan difícil ubicar su cuerpo? Hasta el momento, el sospechoso de su asesinato no ha dado información clave sobre el caso, sumado a las condiciones topográficas de la región.
“Aquí en San Diego tenemos desierto, tenemos montañas, cañones”, explicó Pete Carrillo, detective de homicidios retirado.
Estas características topográficas dificultan las operaciones de búsquedas de personas desaparecidas o cadáveres. Como el caso de Maya Millete, quien está desaparecida desde principios de este año.
El rastreo de las señales de telefonía celular ha sido hasta ahora insuficiente.
“Usamos tecnología que tenemos en el 2021 como el uso de celulares, y cosas así, pero es muy difícil”, agregó Carrillo.
El rastreo de las señales emitidas por la telefonía celular se emplea desde la captura del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
“Usábamos señal para encontrarlo en la casa donde él estaba y desde ese tiempo hemos visto muchos programas en televisión que le dan información a los sospechosos, enseñándoles que hay que deshacerse de su teléfono o dejarlo”, dijo Carrillo.
OTROS CASOS SIMILARES
Este no ha sido el único caso de mujeres o niñas asesinadas y cuyos cuerpos fueron escondidos o permanecen desaparecidos en la región, como pasó con madre de Amber DuBois, la adolescente que desapareció en febrero del 2009 y sus restos fueron encontrados en marzo del 2010.
La joven de 14 años se dirigía a la escuela en Escondido, en el sur de California, cuando fue raptada. “Ella iba camino a la escuela y desapareció. Más tarde descubrimos que este delincuente sexual se la llevó y la mató”, dijo Carrie Cave, madre de Amber DuBois.
Carrie Cave recuerda que cuando denunció la desaparición de su hija, la policía de San Diego le dijo que no se preocupara, que Amber regresaría. Sin embargo, no fue así y el cadáver se encontró un año después.
Fue en marzo de 2010 cuando encontraron su cuerpo, después que su asesino confesó haberla abusado sexualmente, asesinado y escondido su cuerpo en una área remota.
John Gardner reconoció ser el responsable de los asesinatos de Amber Dubois y de Chelsea King, de 17 años, cuyo cuerpo fue encontrado en una cueva del Lago Hodge en Escondido.
La confesión de ambos asesinatos y revelar el lugar en donde arrojó el cuerpo de Amber Dubois le permitió evitar la pena de muerte.
Esa es una opción que tiene Larry Millete para evitar que la fiscalía busque la pena máxima en su contra, según expertos.
El 12 de marzo del 2019, el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una orden ejecutiva que frenó la condena a pena capital en el estado. Sin embargo, California continúa sentenciando a acusados a la pena de muerte, usualmente por asesinato.
En marzo de 2019, había 737 reos en el corredor de la muerte. La última ejecución fue en el 2006.