ARIZONA – Mientras que algunos la apoyan, otros están en contra de una mujer que salió libre tras estar alrededor de 20 años en el pabellón de la muerte por el asesinato de su hijo de 4 años.
Durante su salida del tribunal en Phoenix, Debra Milke abrazó a quienes la apoyaron durante el proceso de apelación de su condena, la cual era la pena capital por presuntamente planear la muerte de su pequeño.
Durante una breve audiencia, la juez que llevaba el caso desestimó todos los cargos en contra de Milke después de que la fiscalia perdiera la semana pasada una apelación para mantenerla en la cárcel.
Milke fue convicta en 1990 de la muerte de su hijo Christopher, y desde entonces ha mantenido su inocencia.
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Sin embargo investigadores del caso presuntamente encontraron que al verse “cansada” de criarlo, Milke le dijo al niño que lo llevaría a ver a Santa Claus, pero sin embargo condujo al pequeño hasta un área desertica cerca de Phoenix donde dos hombres le dispararon en la cabeza.
Esos sospechosos se encuentran en el pabellón de la muerte y se han negado a testificar en contra de la mujer quien apeló su caso basada en la falta de pruebas de una supuesta confesión al crimen.
El abogado criminalista, Antonio Bustamante, dijo que “lo que pasó en el caso Milke es que el oficial no mantuvo las notas, no dijo cosas, no relató cosas que había explicado la señora Milke. Era un circo la manera por la cual hizo lo que hizo, y tambien ese mismo oficial, ese detective tenía antecedentes en los cuales habia mandado a las personas a la prisión con evidencia que él había inventado”.
Fueron precisamente esas razones lo que llevó a un juez a desestimar el caso en el 2013, lo cual fue apelado por la fiscalia y es por eso también que ha estado en proceso judicial.
Mientras tanto los abogados de Milke han entablado una demanda en contra de la ciudad y la policía de Phoenix por presunta violación a sus derechos civiles.
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