Eric Adams fue elegido el martes como el alcalde número 110 de Nueva York, luego de una campaña en la que ganó el apoyo de los neoyorquinos con promesas de restaurar a su antigua gloria a la ciudad devastada por la pandemia.
The Associated Press declaró al presidente demócrata del condado de Brooklyn, de 61 años, el ganador sobre el activista republicano Curtis Sliwa poco después de que cerraran las urnas a las 9 p.m.
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La elección de Adams para lo que se conoce como "el segundo trabajo más difícil en Estados Unidos" lo catapulta a una figura política nacional en el centro de algunos de los debates más intratables de la nación.
Adams es un exoficial de policía que apuesta a la reforma del NYPD, pero al mismo tiempo cree en la mano dura contra el crimen, esto en un momento de creciente preocupación por la seguridad pública y la deteriorada relación entre la policía y la comunidad.
Es un demócrata moderado en un partido cada vez más progresista. Y ha proclamado el fin de la retórica "anti-empresarial" al tiempo que exige que las empresas de la ciudad aborden mejor la desigualdad de ingresos y otros males sociales.
La victoria del martes sobre Sliwa, fundador de la patrulla contra el crimen de los Ángeles Guardianes, fue predestinada en una ciudad donde los demócratas superan en número a los republicanos en aproximadamente 7 a 1. Sliwa intentó captar la atención de la ciudad con videos de TikTok y trucos publicitarios centrados en una plataforma de seguridad pública, reforma fiscal y derechos de los animales. Sin embargo, Adams calificó la campaña de su retador como "bufonada".
Los resultados de las elecciones primarias de junio mostraron que Adams ganó gracias a la fuerza de los votantes negros, hispanos y de bajos ingresos en los distritos exteriores de la ciudad. Después de su victoria, se apresuró a proclamarse a sí mismo como el "rostro del nuevo partido demócrata".
Cuando Adams preste juramento el 1 de enero, reemplazará al alcalde Bill de Blasio, cuya alcaldía de ocho años se definió por la crisis del coronavirus, los enfrentamientos por la vigilancia policial y una carrera desafortunada para la presidencia.
Pero otros alcaldes entrantes de Nueva York se han enfrentado a grandes desafíos. Ed Koch heredó una ciudad asolada por el crimen al borde de la bancarrota en 1978. El exalcalde Michael Bloomberg fue nominado en una elección primaria programada para el 11 de septiembre de 2001 y tuvo que reconstruir una ciudad devastada por los ataques terroristas.
Ahora Adams heredará su propio conjunto de problemas que plagan a Nueva York: crímenes violentos, inestabilidad económica, un éxodo de profesionales que trabajan desde casa y una serie de contratos sindicales que están bajo negociación.
