FRANCIA - El incendio que arrasó el lunes la catedral de Notre Dame “está totalmente apagado” tras 12 horas de lucha contra las llamas, dijo este martes un portavoz de los bomberos de París.
Lo que quedó en pie fue la ennegrecida estructura del monumento inmortalizado por Víctor Hugo en una novela en 1831, que sobrevivió a casi 900 años de tumultuosa historia de Francia.
Los dos emblemáticos campanarios de 226 pies de altura del templo seguían intactos y estaban atestados de especialistas y arquitectos, que parecían diminutos mientras evaluaban el estado de edificio desde primera hora de la mañana.
La aguja y la cubierta de la catedral, sin embargo, han desaparecido.
“El incendio está totalmente apagado” y los servicios de emergencia están “estudiando el movimiento de las estructuras y extinguiendo los residuos humeantes”, explicó Gabriel Plus, portavoz de los bomberos de la capital francesa.
“El trabajo durante la noche fue controlar el fuego para que no se reactivase”, indicó el viceministro del Interior, Laurent Nunez, frente al edificio. “Ahora que el riesgo de incendió pasó, el trabajo ahora sobre el edificio, cómo resistirá la estructura”.
Las autoridades consideran que el fuego se debió a un accidente, posiblemente como resultado de las labores de restauración que se llevaban a cabo en el lugar, una joya arquitectónica de relevancia mundial. Sin embargo, eso no ha aliviado el duelo nacional.
El presidente del país, Emmanuel Macron, se comprometió a reconstruir una catedral que calificó como “una parte de nosotros” y pidió ayuda para hacerlo.
Mientras el país se despertaba en un ambiente de tristeza colectiva, su empresario más adinerado, Bernard Arnault, y su grupo de marcas de lujo, LVMH, respondieron al pedido anunciando una aportación de $226 millones. Otro empresario, François-Henri Pinault, y su padre, el multimillonario François Pinault, anunciaron una ayuda de $113 millones de su empresa, Artemis.
La iglesia del siglo XII contenía reliquias, vidrieras y otras piezas de arte de un valor incalculable y era uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió a los socios de la Unión Europea que ayuden a Francia en la reconstrucción de un inmueble que está en lo que dijo que es un símbolo de lo que une a Europa. La tragedia recuerda a los europeos “cuánto podemos perder”, señaló.
“Lo que está en juego aquí es algo más que simplemente ayuda material. La quema de la catedral de Notre Dame nos ha hecho darnos cuenta de nuevo de que estamos unidos por algo más importante y más profundo que los tratados”.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, invitó a los legisladores comunitarios que se reúnen en la cámara de la ciudad francesa de Estrasburgo, a contribuir a la reconstrucción donando el salario de la jornada.