El cuidado de una persona puede requerir una inversión significativa de tiempo y dinero, sin importar su origen, pero los cuidadores latinos, particularmente las latinas, tienden a tener gastos más costosos.
Vale la pena ser consciente de esos efectos financieros, dicen los expertos, porque el cuidado es una pieza importante en la cultura latina. Se espera que los familiares intervengan cuando alguien necesita ayuda.
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“Simplemente no es algo latino dejar a tus padres o hermanos en un centro de vida asistida, no está en nuestra cultura”, dijo Marianela Collado, planificadora financiera certificada con sede en Plantation, Florida. “Es un hecho que alguien va a cuidar de la abuela o del abuelo”.
Si bien puede ser parte de la cultura tener a miembros de la familia bajo cuidado propio, es importante asegurarse de tomar las medidas necesarias para prepararse antes de que se produzca el compromiso financiero.
“Eso es lo típico de los latinos: no estás buscando un hogar para ellos, sino qué miembro de la familia se mudará y los cuidará”, añadió CFP Louis Barajas, director ejecutivo de International Private Wealth Advisors en Irvine, California.
Los cuidadores latinos tienen una gran presión financiera
Los cuidadores familiares gastan en promedio el 26% de sus ingresos anuales en actividades de cuidado, según un informe de 2021 de la Asociación Americana de Jubilados (AARP, por sus siglas en inglés). La organización llama a esa medida “tensión financiera” y la basa en los gastos de cuidado en relación con los ingresos anuales de un cuidador.
En comparación con otras razas y etnias, los cuidadores hispanos y latinos tienen la mayor presión financiera, encontró AARP, con gastos de cuidado que representan el 47% de los ingresos anuales. Desglosadas por género, las mujeres hispanas y latinas tienen una presión financiera del 56% (más del doble del promedio general de cuidadores y la más alta en todos los grupos raciales y étnicos, y géneros), mientras que los hombres hispanos y latinos ocupan el segundo lugar con un 38%, según AARP.
Hispanos en Estados Unidos gastan un porcentaje más grande de sus ingresos en el cuidado de familiares adultos en comparasión con otros grupos
Es probable que los cuidadores hispanos informen más impactos financieros por brindar cuidados que los blancos no hispanos, según un informe anterior de AARP. Esas consecuencias podrían incluir dejar las facturas sin pagar o realizar pagos tardíos, mudarse a un área menos costosa o dificultad para afrontar gastos básicos como la comida. Es más, los cuidadores hispanos tienen más probabilidades que los blancos no hispanos de que su trabajo se vea afectado por la prestación de cuidados, como la necesidad de salir temprano del trabajo, llegar tarde o tomarse tiempo libre para brindar atención.
Si bien es decepcionante, información como esta es importante y puede servir como una llamada de atención para todas las partes involucradas. Aquí hay algunas estrategias financieras para posicionarte mejor como cuidador:
1. Explora la posibilidad de reclamar a tu familiar como dependiente
Puede haber ventajas financieras al reclamar a un miembro de la familia que esté cuidando como dependiente en sus declaraciones de impuestos. Es una estrategia que podría emplearse en EEUU o para un familiar al que le envía dinero en el extranjero. Los residentes estadounidenses que habitualmente envían dinero a familiares en México, por ejemplo, pueden reclamarlos como dependientes en sus impuestos en virtud de un tratado entre Estados Unidos, México y Canadá, dijo Barajas, miembro del Consejo FA de CNBC.
Para calificar como dependiente, el miembro de la familia debe cumplir con requisitos específicos en cuanto a sus ingresos y su relación con usted, dijo Collado, director ejecutivo y cofundador de Tobias Financial Advisors. Además, deberá acreditar que aporta más de la mitad del sustento económico de la persona para gastos básicos.
Reclamar a su familiar como dependiente también puede abrir la puerta a deducir algunos de sus gastos médicos, siempre y cuando cumpla con criterios específicos, dijo Collado.
“Asegúrese de pagar directamente a esas instituciones, como médicos u hospitales”, dijo.
2. Busca programas de asistencia locales o estatales
Algunos programas gubernamentales pagan a un familiar para que cuide a un familiar anciano o incapacitado, dijeron Roberto y Amanda Corral de la firma de planificación de necesidades especiales Corral Financial Strategies, con sede en California.
Por ejemplo, California ofrece servicios de apoyo a domicilio o Servicios de Apoyo en el Hogar (IHSS, por sus siglas en inglés), donde se puede pagar a un proveedor de atención calificado por brindar cuidados, explicó Roberto Corral.
Los cuidadores primarios también pueden considerar programas de relevo, que pagan a un cuidador externo o secundario una cantidad determinada de horas al mes para aliviar el trabajo del cuidador principal.
“No les devuelve dinero al bolsillo pero les ayuda con la carga emocional”, dijo Amanda Corral.
Además, si su ser querido es elegible para Medicaid, según el estado, existe la posibilidad de que a un miembro de la familia se le pueda pagar por sus servicios de cuidado.
Descubra si tu ser querido califica para un programa de atención a largo plazo de Medicaid que paga a los miembros de la familia. Si es un veterano de EEUU, puede calificar para el Programa de Atención Dirigida a Veteranos, también conocido en inglés como el Veteran-Directed Care Program.
3. Construya sus propias redes de seguridad financiera
Si es un trabajador joven y prevé cuidar de un miembro de su familia en el futuro, ahora es el momento de poner en orden tus propias finanzas. Comience por pagar deudas con tasas altas y construya seguridad financiera invirtiendo en objetivos a largo plazo como la jubilación.
También debes crear tu propio fondo de emergencias para hacer frente a gastos inesperados, tanto para ti como para aquellos a quienes eventualmente tendrás que cuidar. Considera productos financieros como cuentas de ahorro de alto rendimiento, que mantienen su dinero disponible, dijo Collado.
Si eres el principal proveedo de la familia, será importante pensar en cosas como un seguro de discapacidad que ayude a proteger esos ingresos si tienes una condición médica que te deje incapacitado para trabajar.
“El seguro de incapacidad puede amortiguar el golpe porque, dependiendo de la póliza, puedes obtener ingresos parciales”, dijo Amanda Corral.
— Traducido por Ana Bisbal López, Editora Regional y Nacional, TELEMUNDO Digital.