DETROIT — El fabricante de automóviles Stellantis planea cerrar y vender su gran campo de pruebas de vehículos en Arizona a finales de este año, según ha podido saber CNBC.
La decisión es la última medida de reducción de costos del fabricante de automóviles transatlántico bajo el mando del director ejecutivo Carlos Tavares, quien ha estado cada vez más presionado por Wall Street, los concesionarios y el sindicato United Auto Workers en medio del lento desempeño financiero de la compañía, los despidos y las decisiones comerciales generales.
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El campo de pruebas de Arizona cubre 4,000 acres entre Phoenix y Las Vegas en Yucca, Arizona. Se ha utilizado para pruebas y desarrollo de vehículos para el fabricante de automóviles desde que Chrysler compró la propiedad por $35 millones a Ford Motor en 2007.
A julio de 2019, las operaciones empleaban a 69 personas, incluidos trabajadores representados por un capítulo local de la UAW, según el fabricante de automóviles.
El cierre fue confirmado por tres personas familiarizadas con los planes que aceptaron hablar bajo condición de anonimato porque los asuntos son privados. Stellantis planea utilizar un campo de pruebas en Arizona propiedad de Toyota Motor a partir del próximo año, según dos personas familiarizadas con la decisión. Toyota abrió sus operaciones, que son costosas de mantener, para que otras empresas las utilicen en 2021.
Stellantis confirmó el cierre el viernes por la mañana, citando la continua reducción de costos y las evaluaciones inmobiliarias de la empresa.
“Stellantis continúa buscando oportunidades para mejorar la eficiencia y optimizar su presencia para garantizar la competitividad futura en el mercado global rápidamente cambiante de hoy”, dijo la empresa en un comunicado enviado por correo electrónico.
El fabricante de automóviles también dijo que está “trabajando con la UAW para ofrecer a los empleados del campo de pruebas paquetes especiales o pueden optar por seguir su trabajo en una transferencia de operaciones”, pero que los empleados podrían ser colocados en un “despido indefinido, lo que les daría derecho a salario y beneficios durante dos años”.
Stellantis, como la mayoría de los fabricantes de automóviles, tiene varios campos de pruebas en diferentes climas y geografías para desarrollar y probar vehículos antes de venderlos a los consumidores.
El otro gran centro de pruebas de Stellantis en Estados Unidos es un campus de 4,000 acres ubicado al oeste de Detroit en Chelsea, Michigan.
El complejo de Stellantis en Arizona fue una de las 18 instalaciones que la compañía notificó al UAW que podría cerrar durante las negociaciones del contrato del sindicato el año pasado con Stellantis.
La mayoría de las otras operaciones eran centros de repuestos y distribución que se esperaba que se consolidaran en "megacentros", así como el enorme campus de 500 acres de la compañía en el área metropolitana de Detroit, anteriormente utilizado como sede mundial de Chrysler.
El estado de las otras propiedades no estaba claro de inmediato, sin embargo, los políticos locales y estatales, incluida la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, han expresado su preocupación de que Stellantis pudiera decidir cerrar la antigua sede en Auburn Hills, Michigan.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en CNBC. Haz clic aquí para leerlo.
