Más de 1,450 millones de alitas de pollo consumirán los estadounidenses este domingo. Anuncios de 30 segundos por $7 millones, entradas más baratas por $4,000, hoteles completamente reservados, "boom" en la venta de televisores de 85 pulgadas: es el poder del Super Bowl.
Empresas de hospitalidad y tecnología revelaron por qué la gran final de la NFL es mucho más que un partido.
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Los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles se juegan la corona de la NFL. Pese a que el State Farm Stadium tenga aforo para 63,400 aficionados, se estima que 150,000 personas viajarán a Arizona este fin de semana. Si bien el ganador en el campo se conocerá este domingo, restaurantes, supermercados, hoteles y tiendas tecnológicas ya se frotan las manos por un impacto económico millonario.
Los estadounidenses gastarán $115 de media por persona para ver el partido este domingo. Para sacar máximo provecho, restaurantes, bares, y los organizadores de los festivales previos al Super Bowl invirtieron en la contratación de cocineros y camareros extra para trabajar el fin de semana del Super Bowl, contó un portavoz de Qwick, empresa líder en el sector de la hospitalidad en Estados Unidos.
Si alimentos como el pollo y el guacamole tuvieron una bajada de precio respecto al 2022, la cerveza, la bebida favorita en EEUU el domingo del Super Bowl, tuvo un aumento de un 11% comparado con este mismo período en 2022, cuando se vendía por $17 el vaso en el Super Bowl de Los Ángeles.
RÉCORD EN EL COSTO DE LOS COMERCIALES DEL SUPER BOWL
Entre los récords que se establecerán en Glendale está el astronómico precio de los anuncios por televisión, nunca tan caros.
Si en 2022 las marcas invirtieron $6.5 millones para sus anuncios, este año se pagan $7 millones para unas promociones de 30 segundos.
Curiosamente, en un evento marcado por las inversiones millonarias, dentro y fuera del campo, los protagonistas del espectáculo del descanso, este año la cantante Rihanna, no reciben pagos por sus actuaciones.
No se trata de una novedad. El escenario del Super Bowl ofrece de por sí una vitrina inmejorable para los artistas, que consiguen beneficios extraordinarios a nivel de visibilidad y ven dispararse sus ventas y los ingresos por patrocinadores.
Por ejemplo, la banda Maroon 5 vio aumentar sus ventas un 488% después de su actuación en el Super Bowl de 2019, según la empresa especializada en datos de marketing Nielsen.
COCINEROS Y MESEROS EXTRA PARA EL SUPER BOWL
Eagles y Chiefs se encuentran en Glendale, donde se organizan a diario festivales y celebraciones como antesala de la gran cita del domingo. Es una enorme oportunidad de negocios para restaurantes y bares y para maximizar los ingresos y varios de ellos invierten en la contratación de trabajadores extra para hacer frente a la demanda.
Para ellos, el Super Bowl Host Committee firmó este año un acuerdo con Qwick para satisfacer las necesidades de los restaurantes y proporcionar a la vez una oportunidad a cientos de cocineros y camareros para trabajar antes y durante el Super Bowl.
"Nos piden gente, cocineros, camareros, colaboradores. Estamos haciendo un trabajo especial con el Super Bowl. Trabajamos mucho con los organizadores de cátering, en las fiestas previas, y también dentro del estadio el día del partido", aseguró David Stephan, portavoz de Qwick.
La empresa, cuyo cuartel general está ubicado en las cercanías de Phoenix, cuenta con una app que permite a las empresas colgar anuncios para buscar trabajadores y a profesionales especializados proponerse para empleos "on-demand". Se trata de un servicio muy popular en EEUU y Qwick ya está operativa en 26 mercados en el país.
SE DISPARA LA VENTA DE TELEVISORES
Y es que si el domingo solo habrá espacio para 63,400 afortunados en el State Farm Stadium, millones de estadounidenses verán el partido por televisión o servicios de streaming.
La tremenda expectación por el evento también beneficia a las tiendas de tecnología, que preparan campañas de marketing específicas para aumentar sus ventas en la semana del partido.
"Big TVs for the big event" (Grandes televisiones para el gran evento), es uno de los eslóganes que se usan en EEUU para promover ofertas especiales y convencer a los usuarios a aumentar las pulgadas de sus pantallas en vista del Super Bowl.
"Es una semana muy especial para nosotros. Cada año nuestras ventas de televisores aumentan en los días previos al Super Bowl. Hacemos descuentos especiales y existe mucha demanda para pantallas de las 75 a las 85 pulgadas", contó un empleado de Best Buy.
Le tocará a Patrick Mahomes y a Jalen Hurts, mariscales de campo respectivamente de Chiefs y Eagles, escribir una nueva página en la historia de la NFL, en la 57 edición de un Super Bowl que forma cada vez más un binomio extraordinario con los negocios.