BUENOS AIRES - El fútbol femenino, semiprofesional en Argentina desde 2019 pero con una realidad cotidiana que dista mucho de ser la ideal, busca su lugar en Argentina, el país cuya selección masculina obtuvo su tercer título mundial en Catar 2022.
"Tiempo e inversión en las categorías formativas para equiparar en técnica, táctica y físico a las potencias como Estados Unidos, Canadá, Holanda…", dijo a EFE Stefi León, jefa de prensa de la selección femenina, sobre las necesidades del fútbol practicado por mujeres en Argentina.
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La Primera División, que acaba de cerrar un histórico mercado de pases, con grandes fichajes entre clubes punteros, está integrada por 20 equipos que, desde 2019, están obligados a incluir un mínimo de contratos profesionales: el convenio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) exigió 8 el primer año; ahora son 12 por institución.
Pero también en esto hay diferencias, ya que los grandes clubes, como San Lorenzo, Boca o River, pueden alcanzar 20 o 22 contratos por plantilla, mientras que otros difícilmente llegan a los comprometidos.
"La base es el equivalente al salario de un jugador de la Primera División C masculina", apuntó León. Es decir, unos 50,000 pesos (254 dólares al cambio oficial), que, en entidades potentes, pueden sumarse a otros beneficios (canje, imagen, marcas deportivas), detalla.
Por debajo, las divisiones B y C son 'amateur' y, como explicó León, con "las dificultades de cualquier deporte 'amateur' en este país, desde infraestructuras hasta que las futbolistas no reciben un pago".
Esta precariedad se evidenció en octubre pasado, cuando Juliana Gómez, jugadora del Argentino de Merlo, de Tercera División, murió en un accidente de tráfico y otras tres compañeras resultaron heridas, cuando regresaban en un auto particular de un partido. Las demás integrantes denunciaron "negligencia" del club por "no querer contratar" un autobús.
La compleja situación del fútbol femenino en Argentina ha llevado a decenas de sus jugadoras a países de todo el mundo: entre ellas, la figura de la selección y centrocampista del Atlético de Madrid español, Estefanía Banini, o la máxima goleadora de la Albiceleste, Mariana Larroquette, delantera del León mexicano.
La selección argentina participará entre julio y agosto próximos en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda en su cuarta aparición en ese torneo, después de disputar los de 2003, 2007 y 2019.
Campeona en 2006 de la Copa América, la Albiceleste femenina no conoce el triunfo en sus participaciones anteriores en un Mundial y solo sumó dos puntos en Francia 2019: ante Japón (0-0) y Escocia (3-3).
Por eso, "tratar de ganar el primer partido" es el objetivo de la selección argentina en su próxima cita. Mientras tanto, el fútbol femenino lucha por emerger en el país de los campeones del mundo.